Científicos españoles descubren una "enana marrón"

Un equipo de científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) dirigido por Rafael Rebolo ha descubierto una enana marrón -un objeto celeste más grande que un planeta y más pequeño que una estrella- que orbita alrededor de una estrella normal llamada G196-3, perteneciente a la constelación de la Osa Mayor. La pareja de cuerpos celestes se encuentra a 50 años luz de distancia de la Tierra, es decir, a unos 500 billones de kilómetros.Las enanas marrones son una especie de estrellas frustradas. Al igual que las estrellas normales, se forman por condensación gravitatoria de materia, pero su masa es insuficiente para encender las reacciones nucleares que hacen brillar a aquellas. Debido a su falta de luminosidad, las enanas marrones son difíciles de encontrar. Fue precisamente el grupo de Rebolo quien halló la primera en 1995. El descubrimiento se publica hoy en Science.

La masa de la nueva enana equivale a 25 veces la de Júpiter, el planeta más grande del sistema solar, lo que convierte a G196-3 B -así ha sido bautizado el objeto- en la enana marrón más ligera de las descritas hasta ahora. Por esta razón, los investigadores canarios se refieren a ella como a un "superplaneta" o "planeta gigante". Según este punto de vista, el objeto sería el primer planeta observado con métodos ópticos.

Según las escalas planetarias, esta enana marrón se sitúa bastante lejos de la estrella alrededor de la cual orbita: unas siete veces más que la distancia entre el Sol y Plutón, el planeta más remoto de nuestro sistema solar.

La enana marrón y su estrella primaria son un sistema joven, probablemente de unos 100 millones de años (el Sol tiene 4.500 millones de años, y la galaxia, unos 12.000 millones). Esa juventud es interesante en sí misma, porque implica que un sistema doble de este tipo se puede desarrollar con relativa rapidez. Debido a ello, Rebolo y su equipo postulan que los dos cuerpos se originaron por la fragmentación de una sola nube de materia en proceso de condensación, pero no descartan otras hipótesis.