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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Contaminación sonora

Estimados seres humanos:Les escribo desde la ironía, una de las anestesias que hacen posible que el sufrimiento y "el principio del placer" sean una sola cosa. También desde la indignación que me produce la contaminación sonora que miles de personas tienen que soportar en Torrejón de Ardoz, porque resulta que el oído y el olfato son sentidos incapaces de seleccionar los estímulos que justifican que tengamos oídos y nariz.

Recordemos que en la lucha que en los ochenta llevaron a cabo los sectores de la izquierda española para impedir la permanencia de España en la OTAN, nadie, que yo sepa, se pronunció oficialmente en contra de los fascistas estruendos que hacen añicos los cielos, el ambiente de las aulas y los sueños de muchos niños y niñas de Torrejón. Para hacer más sutil el contraste, los vecinos se quejan por lo bajini.

El código de honor que practican los funcionarios de esta base aérea nos oculta informaciones de interés general, tales como qué ruta seguían los pilotos de las Fuerzas Aéreas de EE UU o el inventario de armas nucleares y otras mortíferas pócimas. Sí se sabe que las naves estadounidenses nunca atravesaron las infinitas líneas que trazan la atmósfera de esta localidad.

Todos los días, a las nueve de la mañana, los primeros aviones españoles rompen el silencio de un lugar en el que todavía vuelan mariposas blancas. Sus manifestaciones acústicas se superponen primero en planos diferenciables, hasta que no se distingue cuántos son, de dónde vienen y adónde van. La vida aquí se encarama detrás de un desfile de ruido pornográfico. Pero las cosas se complican si consideramos el reciente debú de Iberia, que si algo tiene de positivo -siempre desde esta perspectiva- es que implica a otras localidades del corredor del Henares. Pues la democracia nos toca con su igualitaria varita en lo bueno y en lo malo. Si somos más, lucharemos con más fuerza.

En un conocido relato de ficción, un niño le pregunta a su padre por el espantoso ruido que viene del cielo. El padre le dice que no se preocupe, que sólo es una bomba, a lo que el niño responde: "Qué susto, pensé que era un trueno". Debemos evitar que esto se haga realidad.ad. Por favor, hagan ustedes -políticos y periodistas- que se cambien las rutas aeronaúticas. Son las 20.50, un avión vuela sobre nuestras familias.-

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