Escuela de la segunda oportunidad
En Barcelona, según las previsiones de la Administración, al terminar este curso 2.805 jóvenes de 16 años no habrán obtenido el graduado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que sustituye al antiguo título de EGB. La escuela de la segunda oportunidad va dirigida especialmente a este colectivo que, al quedar excluido del sistema educativo, puede acabar siéndolo también del mundo del trabajo. Por ello, uno de los requisitos para entrar en estos centros es tener 16 años, no tener ningún título académico y estar en paro. El proyecto, financiado por la Comisión Europea, se lleva en cabo en 14 ciudades del Viejo Continente. En España, las localidades elegidas han sido Barcelona y Bilbao. La escuela tiene su sede en el Centro de Adultos y de Recursos para la Garantía Social Francesc Layret, situada en el barrio del Raval y de titularidad municipal. "Este centro lleva el nombre de un hombre que defendió los intereses de los trabajadores y que por esta causa murió acribillado a balazos", señaló en la inauguración el alcalde de Barcelona, Joan Clos, ante un público compuesto por alumnado del centro y vecinos del barrio. "Es bueno recordar a este tipo de personas, porque vivieron en nuestra ciudad hace muy poco tiempo, en la época de nuestros abuelos", insistió. El político republicano Francesc Layret, defensor de una escuela laica y catalanista, fue concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona y cayó asesinado por pistoleros de la patronal en 1920. La escuela de la segunda oportunidad no pretende sólo dirigirse a los jóvenes del Raval, sino a los de toda la ciudad. "Actualmente el centro atiende a las familias y a sus hijos. El objetivo es que cada joven pueda obtener la atención que necesita, aquí se les orienta para que tengan la formación más adecuada", señala la directora del centro, Mercè García. "En el fondo", añade, "se intenta que todos los jóvenes que han sido víctimas del fracaso escolar recuperen su autoestima". La implantación paulatina de la reforma escolar (LOGSE), que deja sin ningún tipo de título a los alumnos que no logran el graduado de secundaria, aumenta la importancia de este tipo de centros. Los sindicatos de enseñanza han venido denunciando que la oferta de programas de garantía social (PGS) ofrecida por la Generalitat es insuficiente para atender la gran demanda que existe. CC OO calcula que en Cataluña hay más de 5.000 jóvenes que no superan los objetivos de la ESO. Los sindicatos también se quejan de la intervención del Departamento de Trabajo. "Tememos", subrayan sus portavoces, "que el consejero Ignasi Farreres entregue estos programas a la iniciativa privada". La LOGSE, sin embargo, indica que para asegurar una oferta formativa suficiente los PGS deben realizarse de forma coordinada entre el Departamento de Enseñanza y el de Trabajo. La escuela de la segunda oportunidad, gracias a la ayuda de la Comisión Europea, podrá atender las necesidades de los jóvenes de la ciudad de Barcelona sin cobrar cuotas ni matrículas. El centro cuenta con una aula de autoaprendizaje, donde los alumnos tendrán a su alcance las nuevas tecnologías de la información. Además, el centro contará con un servicio de formación y asesoramiento para los profesores, especialmente en temas relacionados con la igualdad de oportunidades y el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la activación del empleo juvenil. La escuela también dispondrá de un aula abierta de búsqueda de ocupación en la que se enseñará a los jóvenes a escribir un currículo y una carta de presentación, requisitos muchas veces imprescindibles para poder encontrar un puesto de trabajo. Desde esta aula se podrá acceder al Consejo de la Formación Profesional y Ocupacional del Ayuntamiento de Barcelona.
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