Los expertos discuten cómo fomentar la lectura entre los escolares

La Casa de América de Madrid fue el escenario la pasada semana del Encuentro Iberoamericano para una educación lectora, organizado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Unos 45 especialistas españoles y latinoamericanos, profesionales de las aulas y de las bibliotecas, estudiaron durante tres días fórmulas para fomentar la pasión por la lectura en los escolares. El análisis, que abrió el sociólogo Enrique Gil Calvo, partió de la situación cambiante en que se encuentra el hábito de leer. "La lectura está pasando por un trance de desinstitucionalización", asegura Gil Calvo. "En el siglo XIX, te permitía constituirte como sujeto; representaba un hilo argumental con recorrido único. Ahora, las vidas ya no son cerradas, ya no están predeterminadas por el matrimonio o por la herencia, y eso hace que se quiera leer, no el relato clásico, sino contenidos que se expongan como redes laberínticas. La lectura lineal ya no tiene verosimilitud", añade Gil Calvo.

Para el sociólogo, las fórmulas del futuro establecerán una simbiosis entre la lectura y la palabra oral, dentro de un intercambio. "Hay que reivindicar la ritualización y el fetichismo de la lectura, y no sólo enseñar a leer", recomienda Gil Calvo.

Clara Budnik, subdirectora de bibliotecas públicas y nacionales de Chile, defiende la necesidad de promover los espacios para leer y entre ellos incluye el metro, los autobuses, los trenes y los aviones. "El libro tiene que ir al encuentro de de adultos y niños en espacios compartidos", afirma.

Tolerancia

En paralelo con las jornadas, la editorial ANAYA presentó el estudio De la tolerancia a la interculturalidad, un proceso educativo en torno a la diferencia. Los autores, profesores de secundaria, esgrimen fundamentos éticos, políticos y sociológicos destinados a fomentar la tolerancia y la solidaridad, y aportan una serie de instrumentos operativos y metodológicos para el proceso de aprendizaje en valores y de la interculturalidad: "una pedagogía multicultural que incluya aspectos característicos de cada cultura, y una integración de los diferentes grupos culturales en espacios de reconocimiento e intercambio recíproco", afirman.El proyecto propuesto tiene como ejes principales: considerar la persona como objetivo prioritario con sus biografías y proyectos vitales; ver el grupo como espacio privilegiado donde poder construir un conjunto de actitudes cooperativas, participativas y solidarias; entender el entorno como espacio físico y social en el que aparecen los problemas y conflictos relacionados con el binomio igualdad-diferencia; atender al planeta como escenario a gran escala donde se realizan e interrelacionan las situaciones generadoras de conflictos, tensiones y diálogos; y entender la memoria como gestación de una forma de ver la relación entre pasado y presente que se construye alrededor. "La lectura didáctica de estos lugares pedagógicos", señalan, "debe atender de modo prioritario al currículo aprendido y vivido".