Guerra pide a CiU y PNV que concreten qué reforma de la Constitución quieren

Cuando los partidos nacionalistas que hablan de reformar la Constitución digan exactamente qué cambios quieren podrá decirse si se está a favor o en contra de reformarla. Mientras esa concreción no llega, dijo ayer Alfonso Guerra, carecen de sentido los debates sobre si se puede reformar o no. Y si en vez de reforma se habla de "relectura", como hace CiU, Guerra dio también su respuesta: "Lo que no vale es aceptarla sólo si dice lo que a uno le interesa que diga" .

El ex vicesecretario general del PSOE criticó ayer duramente que el anuncio de la tregua de ETA haya desencadenado una oleada de reivindicaciones de los partidos nacionalistas vascos y catalanes. En una conferencia-coloquio organizada por Tribuna Barcelona en un hotel de la capital catalana, Guerra defendió a capa y espada la validez de la Constitución y acusó a José María Aznar de haber propiciado esa oleada al difundir la idea de "segunda transición" cuando todavía no era presidente del Gobierno.La Constitución es un contrato y, como tal, "no se relee, se cumple o no se cumple", sentenció en respuesta al diputado de CiU Ignasi Guardans. En la intervención inicial, Guerra había considerado erróneo aferrarse a la Constitución como algo inamovible e irreformable porque eso equivale a "convertirla en un fetiche". Admitida, pues, la posibilidad de reforma, añadió luego que, sin embargo, no le parece indicado promoverla en busca de "ventajas coyunturales".

El ex vicepresidente del Gobierno citó los debates sobre la reforma de la Constitución y sobre el derecho de autodeterminación como ejemplos de "problemas creados por los políticos" al margen de los reales del país. También mostró su perplejidad por las reacciones provocadas por que a un político a quien no citó, pero se refería a Jordi Pujol, se le hubiera ocurrido proclamar que España no es una nación.

Acerca del derecho de autodeterminación, Guerra recordó que los diputados de CiU y del PNV se abstuvieron en la propuesta de incorporarlo al proyecto de Constitución, en 1978. Y que el portavoz de CiU en aquel debate, a quien tampoco citó por su nombre, pero se refería a Miquel Roca, sostuvo entonces que "la autodeterminación es un método y no un fin". Y, en este sentido, proclamó: "Ya nos hemos autodeterminado".

Serra y Pérez Touriño

Guerra criticó que el debate político gire en muchas ocasiones en torno a nominalismos estériles, aunque no desdeñó las consecuencias que eso acaba teniendo. "Llevamos años en que de lo que se habla es de si España sí o España no y los demás problemas se borran", dijo, "y eso es lo que se ha hecho en el País Vasco".A lo largo de su intervención, Guerra se pronunció varias veces como favorable al federalismo. "No me opongo a un Estado federal, pero es difícil lograrlo porque es un Estado homogéneo", explicó en una de sus respuestas.

Mientras el que fue poderoso dirigente del PSOE hacía estas manifestaciones, los dirigentes del socialismo catalán y del gallego se reunían en Barcelona para poner en común sus puntos de vista en el debate sobre el federalismo. Los primeros secretarios del PSC y del PSdeG, Narcís Serra y Emilio Pérez Touriño, respectivamente, se mostraron convencidos de que el PSOE sabrá encontrar la manera de "modular" la aplicación del acuerdo sobre el modelo federalista.

Ante la reunión del Consejo Territorial del PSOE del día 16 y del Comité Federal del día 21, Serra dijo: "No se trata de conciliar posiciones diferentes, sino de dar un impulso al federalismo como manera de organizar la relación entre los españoles". Pérez Touriño destacó que, actualmente, el federalismo "es un proyecto de todos los socialistas" y lo único que se discute es cómo llevar a cabo su aplicación y desarrollo.