Las franquicias alcanzan casi 1.600 comercios en todo el País Vasco

El número de establecimientos comerciales que operan bajo el sistema de franquicia en El País Vasco se eleva ya a 1.590, como resultado del auge que esta fórmula comercial ha experimentado en los últimos años. Un crecimiento que, según el director de Comercio del Gobierno vasco, José Luis Montalbán, seguirá en aumento en los próximos años con la apertura de nuevas tiendas que explotarán la imagen de una marca ya probada en el mercado con éxito. La franquicia comercial supone actualmente el 5% de todo el sector, que cuenta con más 31.000 establecimientos. Por territorios, el 54% de estas filiales se encuentra en Vizcaya, el 35% en Guipúzcoa y sólo el 11% en Álava. Estos comercios ofrecen empleo a 3.300 trabajadores en Euskadi, una cifra superior a la del comercio independiente, en el que predomina el autoempleo y la explotación familiar del negocio. La fórmula fue estrenada por los concesionarios de automóviles y en la actualidad llega a los ámbitos más diversos, desde la alimentación o la ropa a la restauración. Las cifras de fracaso de esta fórmula sitúan el índice de mortalidad de estos establecimientos en un 10%, 42 puntos por debajo del comercio tradicional que padece una mortalidad del 52%. La cara amarga del franquiciado es, sin duda, la dependencia que sufre del propietario de marca. El franquiciado debe entregar parte de sus ingresos al franquiciador en forma de cuota fija o porcentual. Esta cifra puede ir desde el millón de pesetas hasta los 100 millones. Además, el franquiciado no disfruta de independencia para dirigir su negocio hacia donde desee. Sólo puede ofertar los productos de la firma y el decorado del establecimiento debe ajustarse a los cánones de la marca. Entre las ventajas está el que la metodología ya ha sido probada, el franquiciador ha testado el producto y sabe con que potencial cuenta en el mercado. Es importante, asimismo, que la localidad donde se encuentra el comercio no se vea saturada por tiendas de la misma franquicia.PÁGINA 3