Un gesto de clemencia con los presos políticos
Las entrevistas de invitados extranjeros con miembros de la oposición cubana irritan sobremanera al Gobierno de Cuba y, en consecuencia, son manejadas con discreción por la mayoría de las embajadas.
Abel Matutes, que ha recibido una carta de Amnistía Internacional (AI) en la que le pide que se interese por la liberación de 18 presos de conciencia, no tiene en su programa oficial ningún contacto con disidentes de Fidel Castro, pero es casi seguro que se organizará una reunión con algunos de ellos antes de que abandone, el próximo jueves, la isla.
Un portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores, al ser preguntado por este asunto, se limitó a señalar que la "defensa de los derechos humanos es un eje fundamental de la política exterior española".
Otras fuentes diplomáticas indicaron que un gesto de clemencia de las autoridades cubanas para los opositores al régimen castrista, como la excarcelación de presos políticos, sería muy bien recibido en España, que desea cooperar en la reconciliación interna y en la apertura del mundo a Cuba.
En su escrito a Matutes, AI destaca los casos de los reclusos Felix Bonné, René Gómez, Vladimiro Roca y Marta Beatriz Roque, que, tras 14 meses de cárcel, han sido acusados de sedición. La Unión Europea y el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, que viajó a La Habana el pasado mes de abril, han reclamado su liberación inmediata.
