Irak rechaza la nueva condena de la ONU y desafía a Estados Unidos

Irak rechazó ayer una nueva resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que condena la decisión de Bagdad de no cooperar con las inspecciones sobre su armamento, argumentando que la medida fue impuesta por EEUU y Reino Unido.

Abdul-Ghani Abdul-Ghafur, un alto cargo del partido dirigente iraquí Baas, agregó que Irak no dará marcha atrás en su decisión a menos que el Consejo de Seguridad examine seriamente la retirada de las sanciones sobre su comercio.

EEUU y Reino Unido han advertido que ya tienen la prerrogativa de intervenir para que Bagdad no impida la actividad del UNSCOM, que se encarga de la destrucción del arsenal de misiles y armas químicas y biológicas de Irak. El presidente de EEUU, Bill Clinton, calificó el desafío iraquí de "totalmente inaceptable" y advirtió que cabe la posibilidad del uso de fuerza militar si Irak no cumple inmediatamente.

Al-Thawra, órgano oficial del partido Baas, informó ayer de que millones de iraquíes están recibiendo entrenamiento militar para frustrar un posible ataque de EEUU. "La población iraquí y sus líderes rechazan la política de amenazas y no se someterá a ella", señaló el rotativo. "Tienen la voluntad y la determinación para hacerla frente, cualquiera que sea el sacrificio". Pero el periódico añadió, "esto no quiere decir que Irak desee un agravamiento [del conflicto], sino que es una respuesta a la política norteamericana de amenazas y arrogancia".

La resolución del Consejo de Seguridad fue motivada por el anuncio, el pasado 31 de octubre, del Gobierno iraquí que declaró una interrupción en las actividades de los inspectores. Desde que una decisión tomada el pasado 5 de agosto restringió la entrada de los inspectores en algunos lugares, Bagdad había mantenido una mínima cooperación con los representantes de la ONU. La resolución no amenaza con una intervención militar en el caso de que Irak no cumpla sus obligaciones.

Rusia, por su parte, aseguró que cualquier intento de imponer una solución militar "tendrá consecuencias imprevisibles para la paz y la estabilidad de la región".