Dimite un alto cargo de Exteriores en Chile para demandar al ex general

Carmen Hertz ha dimitido de su puesto al frente de la Dirección Jurídica del Ministerio chileno de Exteriores (quinta en la jerarquía) para personarse como parte en la causa contra el ex general Augusto Pinochet que instruye Baltasar Garzón, según explicó ayer la letrada. Hertz es la primera funcionaria del Gobierno que dimite desde la detención del ex dictador y la primera demostración de las discrepancias que provoca la posición del Gobierno.

, El testimonio que aportará ante la justicia española la directora jurídica dimisionaria es de gran relevancia a la hora de acusar al ex mandatario detenido de violaciones de derechos humanos. "Estoy dispuesta a aportar todos los antecedentes que permiten implicar a Pinochet en la matanza de 72 presos políticos en octubre de 1973 por una comitiva de altos oficiales del Ejército encabezada por el general Sergio Arellano Stark, que actuaba como delegado especial del comandante en jefe", dice Carmen Hertz. Su esposo, el periodista y abogado Carlos Berger Gurarnik, fue una de las víctimas de la operación de exterminio llevada a cabo después del golpe de Estado, conocida como Caravana de la Muerte.El 11 de septiembre de 1973, Berger, director de Radio Loa en la ciudad de Calama, al norte de Chile, fue detenido, juzgado y condenado a 60 días en un consejo de guerra sumarísimo. Su esposa ejerció como su abogada. El 19 de octubre, una comitiva militar sacó de la cárcel de Calama a todos los presos políticos (26), entre ellos Berger, que cumplían distintas penas dictadas por los tribunales de excepción. La medida se llevó a cabo sin conocimiento de los jefes militares de la región militar, el general Joaquín Lagos y el coronel Rivera, según declararon ambos años más tarde ante la Justicia. "Todos los presos fueron ejecutados en las afueras de Calama después de ser torturados salvajemente. Me entregaron un certificado de defunción de mi marido que señalaba como causa de la muerte: destrucción del tórax y región cardíaca por fusilamiento".

La Caravana de la Muerte estaba integrada, según la información de que dispone la abogada, por las siguientes personas: general Sergio Arellano (uno de los cerebros del golpe del 1 de septiembre); coronel Sergio Arredondo González, ejecutor de las órdenes y miembro de la DINA; brigadier Pedro Espinoza Bravo, jefe operativo de la DINA y condenado a seis años por el asesinato de Orlando Letelier; Marcelo Moren Brito, jefe del centro clandestino de tortura de Villa Grimaldi, y Juan Chiminelli, uno de los responsables de la división exterior de la DINA, donde se planificaron atentados encuadrados en la operación Cóndor.

La siniestra comitiva recorrió varias ciudades del norte. "Obligaban a soldados y oficiales de los regimientos locales a participar en los asesinatos, mientras el general Arellano comía con el jefe militar de cada guarnición, que desconocía lo que ocurría".

Lagos salvó vidas

"El general Lagos, máximo jefe de la región, increpó a Arellano y le impidió que continuara su recorrido por otras ciudades del norte, con lo que salvó muchas vidas. Arellano exhibió un documento del comandante en jefe, Augusto Pinochet, que le nombraba oficial delegado para llevar a cabo aquel operativo".Carmen Hertz pasó cinco años en el exilio. A su regreso empezó a investigar. En 1987, junto a las viudas de los otros presos asesinados, encontró la fosa original en la que fueron enterrados los cadáveres, que luego fueron cambiados de lugar. "Hallamos restos que nos permitieron identificar a dos de las víctimas". Hertz se querelló contra el general Arellano y sus hombres. Ninguna demanda fue aceptada, porque todos ellos, excepto Espinoza, están amparados por amnistía y viven en libertad.