Pujol dice que Cataluña es más que el núcleo de Barcelona

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Pere Macias, inauguraron ayer las obras de electrificación del tren del ramal de Igualada (que parte de Martorell) y presidieron la presentación de la nueva unidad de tren de la serie 213 que circulará por esta vía y por el futuro metro del Llobregat. El presidente recordó que las mejoras en la red ferroviaria "son necesarias para el equilibrio territorial porque Cataluña no son tan sólo los 30 kilómetros alrededor de la plaza de Catalunya. Por eso se han hecho inversiones importantes, como la electrificación del tren hasta Igualada", un proyecto que forma parte del metro del Llobregat y que cuando esté finalizado habrá supuesto para la Generalitat una inversión de 75.000 millones de pesetas, una cantidad ligeramente superior a la del Eje Transversal. Sin embargo, Pujol apuntó que también es urgente solucionar los problemas del área metropolitana y que por eso se creó en su momento el metro del Vallès y se hizo llegar ese medio de transporte a Badalona y Cornellà. El metro del Llobregat y la electrificación del ramal de Igualada entrarán en funcionamiento en febrero de 1999. Para el Baix Llobregat significará tener un tren cada 10 minutos, frecuencia comparable a la del metro convencional. Para la comarca del Anoia, la electrificación supondrá la reducción de un 15% del tiempo de viaje y tener un tren cada hora y uno cada 30 minutos en horarios punta. Las nuevas máquinas que van a circular por esta línea, 20 unidades en total, aún se están construyendo. Las unidades serán más cómodas y adaptadas para personas con movilidad reducida, y llevarán incorporados nuevos sistemas de seguridad y protección del medio ambiente. En opinión de Enric Roig, presidente de Ferrocarrils de la Generalitat, las mejoras representarán "una disminución del tiempo empleado en el recorrido porque habrá mayor número de trenes circulando por todas las líneas". Roig añadió que las previsiones para el año 2000 son de 13 millones de viajeros en el metro del Baix Llobregat.