Las víctimas intensifican su campaña en Londres

"No buscamos revancha, sólo queremos que se conozca la verdad y se haga justicia. La justicia es importante para la democracia chilena". Con este mensaje inauguró Isabel Allende, hija del presidente Salvador Allende, derrocado y muerto en el golpe de 1973, la campaña de presión para conseguir la extradición a España de Augusto Pinochet. Allende, Juan Pablo Letelier y Sofía Prats forman parte de una delegación de víctimas de la dictadura chilena que ha llegado en las últimas horas a Londres desde diversos puntos del planeta.

"Es inconcebible que el Alto Tribunal reconozca la inmunidad de Pinochet. Espero que los lores rectifiquen y lo envíen a España. Los que sufrimos abusos testificaremos ante la justicia española y pedimos a Inglaterra que haga lo correcto", señaló por su parte Joyce Horman. Han pasado más de 30 años desde la desaparición del periodista estadounidense, Charles Horman, y su viuda apenas pudo contener la emoción al reencontrarse en el Westminster Hall, próximo al Parlamento británico, con otras víctimas del régimen de Pinochet. "Mi marido tuvo suerte y su historia salió a la luz", dijo en referencia a la película Missing, con Jack Lemmon, de protagonista. "Otras familias no saben qué fue ni cuánto sufrieron sus hijos y esposos".

El hijo del que fuera ministro de Exteriores Orlando Letelier, Juan Pablo, denunció la línea de defensa de la derecha chilena que interpreta el caso Pinochet como un riesgo para la democracia chilena. "Sería mejor que le juzgaran en Chile, siempre lo hemos deseado, pero es imposible porque la derecha política no es democrática. La justicia nunca pone en peligro la democracia. Inglaterra no puede convertirse en paraíso de dictadores", señaló. "En Chile no hay más peligro que la inmunidad de Pinochet", continuó Allende. "Si se ratifica, la gente no confiará en nuestra democracia".