El músculo sin palabras
Tras una inútil clase de geografía y con pedante didactismo por parte de un orador, comenzó el magnífico espectáculo de estos extraordinarios artistas interdisciplinares, capaces de dar mucho de sí sin abrir la boca. El teatro-danza no es lo mismo que la danza-teatro. La distinción pasa por conceptos y maneras escénicas donde de un lado está la base actoral y del otro la formación o al menos el riguroso entrenamiento danzístico que permite a los actores entregarse a una manifestación escénica sin la aparición del texto.Silencio... es mucho más que expresión corporal, es verdadero teatro-danza de una enorme complejidad plástica y alta intención en aquello que llamamos la línea argumental interior. Taufer estructura cinco escenas donde la tensión del músculo debe ser diálogo y forma a la vez, consiguiendo un raro equilibrio y un cuadro plástico emocionante. La mejor escena sin duda alguna sucede cuando de una caja de música emerge la figura de una bailarina en un florido tutú blanco que es como un respiro, como aire fresco en medio de las tinieblas. La idea es brillante y resume el tormento interior que quizá es el mismo que alentaba al doctor Coppelius del cuento de Hoffmann.
Silencio, silencio, silencio
Dirección: Vito Taufer. Compañía Teatro Mladinsko (Eslovenia). Festival Internacional Sur de Madrid. Teatro García Lorca, Getafe, 31 de Octubre
La compañía Mladinsko posee además un elevado nivel técnico que juega con los elementos de fantasía propios del teatro negro llevándolos a una cota de surrealidad que se fusiona con el brutalismo y con la herencia experimental que vino hace décadas desde el Este (Kantor, Grotowski), un teatro expresivo, fuertemente marcado por el baile neoexpresionista y la intención de un arte total y tan serio como profundo.
Babelia
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