Irak asegura que no autorizará más inspecciones "ni bajo amenaza militar"
El régimen de Sadam Husein no da marcha atrás. Bagdad anunció ayer que descarta por completo revocar su decisión de no colaborar más con los inspectores de desarme de la ONU mientras no sea destituido el jefe del equipo de la misión, el diplomático australiano Richard Butler, al que acusa de ser un espía de Washington. El viceprimer ministro, Tarek Aziz, aseguró que su país no cederá esta vez ni aun en el caso de una amenaza de ataque militar. El presidente Bill Clinton no descartó ninguna opción, incluida la fuerza.
Sadam ha vuelto a tensar la cuerda en sus relaciones con la comunidad internacional. Sus exigencias son muy similares a las de la última vez: "No habrá cooperación, ni inspección, ni vigilancia por parte de esa comisión de espionaje norteamericano-sionista hasta que las peticiones de Irak no se vean satisfechas", aseguró ayer el vicepresidente iraquí, Taha Yassine Ramadan, en referencia a los inspectores de Naciones Unidas. Bagdad quiere que la ONU sustituya al jefe de la misión por otro "más independiente".El mensaje fue reiterado poco después por el viceprimer ministro, Tarek Aziz, quien, en unas declaraciones a la cadena de televisión CNN, dijo que "no habrá marcha atrás" ni aun en el caso de amenaza militar. La decisión del Gobierno de Bagdad ha desencadenado una campaña de prensa y televisión que, bajo el lema El levantamiento del embargo, una gran misión patriótica nacional y humanitaria, trata de movilizar a todos sus ciudadanos. Ayer, centenares de personas salieron a las calles de Bagdad para demostrar su apoyo a Sadam Husein y a su "valiente decisión de interrumpir su colaboración" con los inspectores de la ONU, según la interpretación dada por la agencia estatal de noticias INA.
El pleno del Parlamento iraquí tiene previsto reunirse en las próximas horas para discutir las relaciones con el Consejo de Seguridad de la ONU, que en la madrugada del domingo condenó la iniciativa iraquí. La sesión estará presidida por el viceprimer ministro, Tarek Aziz, y el ministro de Exteriores, Mohamed Said Sahaf, quienes responderán a las preguntas de los 250 diputados.
Por su parte, Richard Butler, el diplomático encargado de la misión de Naciones Unidas en Irak y que concita desde hace meses las iras del régimen de Sadam Husein, decidió ayer suspender las inspecciones de los expertos mientras no se aclare la situación. Butler aseguró a los periodistas que los dispositivos técnicos instalados en algunas industrias y lugares estratégicos de Irak permiten a los funcionarios de la ONU continuar con sus tareas de vigilancia sin correr ningún riesgo.
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