La tensión del "caso Pinochet" marcará la reunión de Blair y Aznar hoy en Londres
El primer ministro Tony Blair y el jefe del Gobierno español José María Aznar se encerrarán esta tarde en una sala del número 10 de Downing Street para explorar las opciones que Londres y Madrid tienen frente al crecientemente embarazoso caso Pinochet. Éste adquirió ayer un sensacional giro con la revelación, en la primera página del Sunday Telegraph, de que el exdictador chileno no vino exclusivamente a Londres por razones médicas sino que llegó con una invitación a comprar armas para el Ejército chileno que, al igual que el de Argentina, está ansioso por modernizar sus arsenales.
La detención de Pinochet, a petición española, constituiría, a primera vista, una anomalía, un malentendido y un embrollo del cual Blair desea zafarse cuanto antes a fin de salvar del ridículo a la diplomacia y justicia británicas.Portavoces británicos anticipaban ayer que ni Blair ni Aznar van a hacer una declaración específica sobre el caso Pinochet. Pero nadie duda que hoy, cuando se abra la oficina del portavoz del Ministerio de Defensa, como todos los lunes, a las nueve de la mañana, alguien tendrá que confirmar o desmentir si el general vino, como asegura la versión del Telegraph, en una misión esencialmente comercial para dotar a los militares de Chile de equipos de ingeniería y sistemas de barreminas.
Andrew Gilligan, el corresponsal de defensa del Daily Telegraph, citaba al general británico Alan Sharman, director general de la asociación de fabricantes de equipos de defensa. Aseguraba que desde su llegada a Londres hace más de un mes, la delegación presidida por Pinochet estuvo acompañada por un oficial del Ejército británico asignado a la Dirección de Asistencia Militar Exterior. Incluso los pasajes de la delegación chilena fueron pagados por el Ministerio de Defensa británico. Eso sí, el Ministerio de Defensa no sabía la conexión de Pinochet con la comitiva chilena. "Pinochet estaba acompañado de un equipo militar. Los chilenos vinieron a invitación del Ministerio de Defensa. Funcionarios del Ministerio de Defensa están profundamente preocupados por lo que consideran un incumplimiento de compromiso por parte del Gobierno británico", declaró Sharman.
Las precauciones para evitar el arresto del ex dictador, que fue recibido en la sala VIP del aeropuerto de Heathrow, fueron aparentemente tomadas. Según el periódico, poco antes de la detención de Pinochet, el agregado militar de la embajada chilena en Londres pidió garantías, tanto al Ministerio de Defensa como al Ministerio de Exteriores británicos, de que el exdictador no sería molestado y obtuvo un compromiso de que Pinochet quedaría "libre para irse" cuando le pareciera.
La detención de Pinochet, aplaudida públicamente por uno de los más estrechos colaboradores de Blair, el controvertido ministro de Industria y Comercio Peter Mandelson, que calificó al senador vitalicio de Chile como "un dictador brutal", ya ha causado un resentimiento de los tradicionalmente estrechos contactos entre los militares de Santiago y Londres, uno de los principales proveedores de equipo bélico para el país sudamericano al que Washington, invocando la sistemática violación de los derechos humanos cometida por Pinochet, mantiene en la lista de socios imposibles.
Sharman dijo que Chile ya ha cancelado órdenes para la adquisición de ametralladoras. Igualmente afectado se ha visto el proyecto de comprar sistemas de entrenamiento para brigadas mecanizadas, concretamente tanques.
Colosal malentendido
Esta versión robustece especulaciones de que Pinochet pudo haber sido la víctima de un colosal malentendido o, en el peor de los casos, de una celada cuidadosamente fraguada por sus enemigos, tanto en Chile como en el Reino Unido.Internado en la famosa clínica Priory, en las afueras de Londres, Pinochet, entretanto, permanece a la espera del pronunciamiento de la cámara de los Lores, que el miércoles debe decidir si existe o no base jurídica suficiente para acceder a la petición de extradición presentada por el juez español Baltasar Garzón. Pasado mañana, por lo tanto, se podrá saber si el general, como se sospecha, va a poder trasladarse hasta el aeropuerto de Brize Norton para abordar el avión que la fuerza aérea de su país ha enviado para llevarlo de vuelta a Chile o si su estadía en el Reino Unido se va a prolongar aún más. Especialmente si progresan los recursos jurídicos de las víctimas de su régimen
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