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Cuerda acusa a la Diputación de ignorar a Vitoria de los planes de desarrollo

El impulso de la Diputación alavesa a diversos proyectos para reactivar el entorno de Vitoria, como el futuro hipermercado de Echávarri-Viña y el parque de ocio de Nanclares de la Oca, ha aumentado la tirantez con el alcalde de la capital, José Ángel Cuerda. Éste interpreta esas iniciativas como un signo de que la Administración foral quiere "borrar" a Vitoria de los planes de desarrollo en la provincia. El alcalde personifica sus críticas en dos diputados, compañeros suyos del PNV.

Cuerda avivó ayer aún más la polémica que le ha enfrentado a la Diputación en los últimos meses. El alcalde viene quejándose por el apoyo foral a la construcción de un gran centro comercial en Echávarri-Viña, cinco kilómetros al norte de la capital. Todos los departamentos de la Diputación implicados -gobernados por el PNV y EA- han dado el visto bueno a este híper, el segundo más grande del País Vasco, cuyo arranque sólo está pendiente del sí definitivo de la consejería de Turismo y Comercio. Cuerda y su socio en el Ayuntamiento, Unidad Alavesa, entienden que el proyecto perjudicará al pequeño comercio vitoriano. De ahí que los servicios jurídicos municipales estén buscando fórmulas para acudir a los tribunales. Aún no se ha presentado ningún recurso. El alcalde subió el tono de sus críticas ayer, tras conocer la noticia de que una empresa británica promoverá un parque de ocio en Nanclares de la Oca, doce kilómetros al suroeste de Vitoria. En ese proyecto se incluyen múltiples servicios dentro de una superficie total de 230.000 metros cuadrados. En este caso, también la Diputación ha impulsado la inversión, de más de 11.000 millones, a través de la sociedad pública Álava Agencia de Desarrollo. "Mi único reproche es que en esa Álava no existe Vitoria; está borrada", se quejó el alcalde peneuvista. "Una parte importante de Álava es Vitoria [el 80% de la población]. Es, en extensión, el municipio más grande de la provincia y de toda la comunidad", recordó. Según Cuerda, estos proyectos "pueden tener una incidencia negativa" sobre la ciudad, por lo que lamentó que "no se tiene en cuenta la opinión de Vitoria". Además, introdujo un nuevo elemento de polémica. "No existe", dijo, "coordinación institucional en absoluto" en materia de desarrollo comarcal. El alcalde apuntó a dos diputados en concreto: Gregorio Alonso (Administración Foral, Local y Desarrollo Comarcal) y Juan José Ochoa de Eribe (Obras Públicas y Transportes), ambos compañeros suyos del PNV. A este último le recordó que el polígono donde se asentará el parque de ocio de Nanclares tiene construidos unos accesos, con un paso elevado sobre la N-I desde hace años, infraestructuras de las que aún carece Júndiz, en Vitoria, "un polígono mucho mayor y con unos accesos peligrosísimos". "De hecho, en ese tramo ha habido muertos en accidentes", matizó el alcalde. Vitoria, pese a los proyectos para instalar hipermercados y otros parques de servicios en sus alrededores, mantiene vigentes sus planes de construir un centro comercial en Lakuabizkarra, que empezará a construirse en 1999, así como otros a más largo plazo en Salburua y Zabalgana, los barrios por donde se expandirá la ciudad. Además, Cuerda adelantó ayer que el Ayuntamiento convocará la próxima semana el concurso para las empresas que deseen redactar el estudio de viabilidad del parque temático de medio ambiente, previsto también para la zona de Salburua. El informe se elaborará en medio año con un coste de unos 50 millones de pesetas. Críticas de la UAGA A las críticas del alcalde de Vitoria a los planes de la Diputación se sumaron ayer las de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA). Este sindicato mayoritario entiende que la venta de 230.000 metros cuadrados en Nanclares a la empresa británica THI corrobora su convicción de que "el suelo agrario se está convirtiendo en moneda de cambio para promocionar proyectos industriales o de servicios, haciendo caso omiso del sector primario". La UAGA se ha opuesto a otros proyectos, como la expropiación de terrenos en Lantarón -un municipio anexo a Miranda de Ebro- para construir una planta de Transpapel. El sindicato alavés considera que estos proyectos "no sólo afectan a los agricultores, porque la tierra agraria es un patrimonio de todos". La asociación dice apostar por "una ordenación del territorio equilibrada y respetuosa", pero sin que esto suponga "vender Álava a toda prisa".

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