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Fraga anima al Gobierno cubano a emprender cambios políticos

, El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, escogió ayer la ciudad cuna de la revolución de Fidel Castro para animar a las autoridades de la isla a emprender cambios políticos y favorecer la reconciliación y el "reencuentro" entre los cubanos de dentro y fuera de la isla. Lo hizo como un gallego cabal, utilizando la mano derecha y a la vez la izquierda, durante el discurso de investidura al recibir el título de doctor honoris causa por la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba. Fraga pidió primero "el fin del bloqueo a Cuba" y acto seguido dijo que España está dispuesta a "ser quien tienda los puentes que hagan posible ese inaplazable reencuentro de los cubanos entre sí y con el destino que esta nación tiene reservado en el concierto de los pueblos libres del mundo".El "compañero" Fraga, como es llamado por algunos políticos en la isla, fue extremadamente respetuoso al pedir que Cuba se transforme, y aludió a la experiencia de la transición española. "En España supimos hallar el camino de la reconciliación, una vez cicatrizadas las heridas de la última guerra fratricida...", dijo Fraga, para expresar después: "Ojalá encuentren también ustedes su camino y en ese camino se encuentren unos con los otros".

Las palabras de Fraga no hirieron a nadie, pues el presidente de la Xunta es visto en la isla como un amigo, aunque, eso sí, que no se calla. En su periplo santiaguero Fraga visitó al arzobispo de Santiago, Pedro Meurice, quien criticó con dureza al Gobierno cubano durante el viaje del Papa. Meurice no tuvo pelos en la lengua, y así, en plena catedral, dijo que desde la visita de Juan Pablo II los avances en materia de libertad religiosa han sido exiguos y nulos en lo referente a libertades sociales y políticas.

El presidente gallego visitó el cuartel Moncada, asaltado por Castro el 26 de julio de 1953. Escuchó la historia de aquella aventura en un acto en el que unos niños acabaron gritando "pioneros por el comunismo, seremos como el Che". Antes había estado en el santuario de la Caridad del Cobre, donde lloró ante la imagen de la Virgen que adoró su madre.

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