Los diputados afines a Marqués intentan convencerle de que funde su propio partido
El sector que apoya al presidente del Principado de Asturias, Sergio Marqués, ante la campaña de acoso y derribo a la que viene siendo sometido por parte del PP está firmemente dispuesto a constituir un nuevo partido político, de tendencia conservadora y regionalista, para concurrir a los comicios autonómicos de junio próximo. Sus promotores afirman que en este momento la mayor dificultad estriba precisamente en convencer a Marqués para que acepte liderarlo. Éste condiciona su postura a que haya "una clara demanda social" que lo reclame.
José María Yáñez, Francisco Monte y Víctor Rivera, los tres diputados marquesistas que anteayer se pasaron del Grupo Popular al Mixto -al que ya pertenecen Sergio Marqués y el vicepresidente del Gobierno asturiano y ex portavoz popular, Leonardo Verdín-, confirmaron ayer su disposición a integrarse en un nuevo partido que mantenga los fines ideológicos y programáticos del PP, pero siempre que Marqués lo dirija. A su vez, éste reiteró que ahora no está estudiando encabezar una nueva formación, pero matizó que desde hace varias semanas ya no excluye que esto llegue a ocurrir "si existe una clara demanda social" que lo reclame.En su entorno se asegura que Marqués no confía en las posibilidades de ningún partido sustentado exclusivamente en el individualismo de un líder, por lo que descarta crear uno de corte personal. En su opinión, debería surgir de una iniciativa amplia, con respaldo social. Pero entre sus colaboradores más inmediatos, así como entre los 12 alcaldes populares y los seis independientes que lo apoyan, existe un empeño decidido en constituirlo, una vez descartadas las posibilidades de entendimiento y reconciliación en el seno del PP.
Según Yáñez, "el PP asturiano está en un proceso de autodestrucción", pero "sus ideas y proyectos siguen siendo válidos". "Si se crea una nueva fuerza para llevarlos a cabo, participaré", afirmó ayer. En contra de lo que dicen otras fuentes, apuntó, aún no está en proceso de constitución, pero también reconoció que hay una creciente voluntad de crearla y que la mayor dificultad estriba en convencer a Marqués de que se ponga a su frente.
Mientras tanto, el PSOE, la nueva fuerza mayoritaria en el Parlamento regional -con 17 escaños por 16 del PP-, reiteró que no presentará una moción de censura contra el Gobierno de Marqués salvo que la comisión creada el pasado lunes, y que ampliará su actuación a toda la legislatura por exigencia del propio PSOE y de IU, para investigar las adjudicaciones de obras públicas determine que ha habido irregularidades en ellas como asegura el PP, cuyo secretario general y vicepresidente primero del Ejecutivo central, Francisco Álvarez Cascos, lanzó en junio una gran ofensiva contra su antiguo amigo y colaborador Marqués.
Celestino Suárez, vicesecretario general de la Federación Socialista Asturiana y portavoz parlamentario, afirmó que "lo fundamental y trascendental" para determinar cualquier cambio en la estrategia del PSOE, "son las conclusiones que se deriven de la comisión". La pérdida de la mayoría por el PP "es un hecho nuevo", dijo, "pero no decisivo".
El alcalde de Gijón y candidato socialista en las próximas elecciones autonómicas, Vicente Álvarez Areces, también se opone a esa moción y recordó: "Sólo quedan cinco meses para que se disuelva la Cámara".
Una moción de censura exigiría el acuerdo del PSOE, el Partíu Asturianista e Izquierda Unida para sumar los 23 votos que se precisan. Sólo IU la ha defendido con insistencia. De formalizarse, lo que por ahora no parece probable, el PSOE no podría proponer a la presidencia a Álvarez Areces porque actualmente no es diputado.
Marqués gobierna con el único apoyo de cinco diputados que proceden del PP -incluido él mismo- y otro que se incorporó al Grupo Mixto hace dos años procedente de IU. Aun así, el PP tampoco se atrevió a presentar una moción contra él pese a que hasta anteayer era la primera fuerza parlamentaria. Lo justifica en el hecho de que carecía de apoyos suficientes para que triunfase. Sin embargo, anteayer mantuvo su petición de paralizar todas las inversiones públicas financiadas con cargo a los fondos mineros a sabiendas de que perdería la votación, que se quedaría solo frente a los marquesistas y al resto de la Cámara y que ello arrostraría el abandono de su grupo por parte de Yáñez y Monte.
Reiniero Álvarez, el secretario general del PP asturiano y portavoz parlamentario, atribuyó estas nuevas bajas a la incomodidad que les supone a Marqués y sus partidarios el giro del PP hacia el centro. Asimismo, aseguró que no le inquieta que Marqués impulse una nueva formación.
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