Simposio autocrítico del Vaticano sobre la Inquisición
La Iglesia católica prepara una especie de purificación en vísperas del Jubileo del Año 2000, que pasa por la autocrítica de los más discutidos aspectos de su comportamiento histórico. Después de analizar el papel del cristianismo en la forja del antisemitismo en el mundo, el Vaticano abre las puertas a partir de hoy a un reducido grupo de estudiosos y especialistas para revisar la historia de la Inquisición.
Bajo la dirección del cardenal Roger Etchegaray, 30 expertos internacionales discutirán sobre los tribunales del Santo Oficio, guardianes de la pureza del dogma y culpables de una dura represión sobre toda herejía. El simposio acabará el 31 de octubre. [Entre los estudiosos, el español Jaime Contreras, de la Universidad de Alcalá de Henares, el francés Jean-Louis Biget, el portugués Francisco Bethencourt y el chileno René Millar Carvacho.]
[No se trata de acusar al pasado, sino de declararnos solidarios con la Iglesia de todas las épocas. Habrá que pedir perdón por los pecados cometidos por cristianos que han arrojado sombras sobre la difusión del mensaje cristiano", comentó recientemente el teólogo del Papa, el suizo Georges Cottier. "No hay duda de que, al principio de la Inquisición] los procedimientos previstos han sido aplicados con un rigor excesivo que, en ciertos casos, ha degenerado en auténti cos abusos".]
Surgida a caballo de los siglos XII y XIII, la Inquisición fue el instrumento de la Iglesia para mantener el control y la unidad. Pero su verdadera fuerza llegaría en los siglos XIV, XV y XV. Tiempos en los que España se convierte en la gran potencia católica y la Inquisición en una imagen relacionada con España.
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