El PNV confirma su malestar con el PP y le avisa de que la vida parlamentaria se le puede complicar

El PNV le dijo ayer al PP que ha perdido su apoyo y que "la vida parlamentaria se le puede complicar". Hubo quien interpretó eso como una amenaza, o como un aviso. Pero el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, fue muy claro al admitir que si se interpreta su voto contra el Gobierno en los Presupuestos como un "berrinche" por lo ocurrido en las elecciones vascas, "siendo verdad, no es toda la verdad". Además, contó que José María Aznar sabía desde el día 14 que el voto de castigo se iba a producir, y que la verdad de su enfado se completa por el incumplimiento de los pactos sobre el desarrollo del Estatuto de Gernika. Carlos Iturgaiz lo interpreta como una concesión del PNV a ETA.

Iñaki Anasagasti hizo estos anuncios a primera hora de la mañana, en rueda de prensa, antes de que los cinco parlamentarios peneuvistas apretasen el botón favorable a las siete enmiendas de totalidad contra los Presupuestos Generales del Estado para 1999. Parlamentariamente, lo único que ha ocurrido es que el PNV no ha apoyado al Gobierno a la hora de rechazar la pretensión de los grupos opositores para que el proyecto de ley de Presupuestos fuese devuelto, la catástrofe política más temida por cualquier Gobierno. Al de José María Aznar le sobraron diez votos para que no se produjese.

Falta todo el trámite parlamentario, como para cualquier proyecto de ley, tanto en el Congreso como en el Senado, y el PNV sólo ha dicho que habrá que cambiar muchas cosas para que ellos acaben votando el texto, pero, de momento, ha enseñado su cara más agria y ha debilitado la imagen idílica de un Gobierno apoyado por todos los grupos nacionalistas. Sin los peneuvistas, el PP tendrá que valer se necesariamente de CiU y Coalición Canaria para mantener la mayoría absoluta.

Según Anasagasti, que estuvo flanqueado por sus compañeros Jon Zabalía y Joxe Joan González de Txabarri, su partido se ha sentido tratado por el PP como una "especie de lobo feroz" durante la campaña electoral vasca y no perdonan que se les haya acusado de mantener un pacto secreto con ETA. "El único pacto secreto del PNV es lograr que el mundo violento entre en la racionalidad de hacer política y que nadie tenga que ir a ningún funeral". "Cuando hemos hecho un esfuerzo" para lograr que el entorno terrorista "empiece a actuar políticamente, no entendemos esta agresividad desmedida ni estos argumentos tan injuriosos", se lamentó Anasagasti.

Ni un milímetro

Luego explicó la parte que completa el desacuerdo y que, según el PNV, radica en el incumplimiento por el Gobierno del pacto de investidura de Aznar, es decir, el desarrollo del Estatuto vasco. Según Anasagasti, durante estos años no se ha avanzado un milímetro en el traspaso de competencias que figuran en el texto y que quedan pendientes. Eso le permitió cuestionarse su propia actitud en términos retóricos: "No entendemos", dijo, "que sigamos apostando por un Gobierno que está desconociendo" una parte de aquel pacto por el que apoyaron a Aznar desde su investidura.

El presidente del Gobierno recibió una carta del PNV el 22 de septiembre en la que se le advertía de que las cosas no iban bien. Aznar dio la callada por respuesta y le enviaron otra misiva el pasado día 14, en plena campaña electoral, en la que, según Anasagasti, le anunciaron su postura respecto a los Presupuestos. Justificó que no lo hicieran público para que no se interpretase como baza electoral.

La situación parece de separación momentánea, no de divorcio. Anasagasti anunció que la puerta del dormitorio político no tiene cerrojo. "No estamos cerrados a nada". "El Gobierno tiene la puerta abierta. Quien ha manifestado su voluntad en contra han sido ellos, no nosotros".

Poco antes, en unas declaraciones radiofónicas, el portavoz parlamentario del PNV había sido más categórico. "El PP puede sacar adelante los Presupuestos con los votos favorables de CiU y CC, pero no hay ley orgánica que pueda ser aprobada sin el apoyo del PNV". La retirada del la colaboración de los peneuvistas "deja el flanco nacionalista a la intemperie del grupo catalán, y eso incomoda al Gobierno", reflexionó Anasagasti en la cadena Cope. Y remató: "Me da la impresión de que en este momento el Gobierno está bastante despistado en algunas cosas".

Los peneuvistas, aun así, insisten en que todavía es posible un acuerdo con el PP. "Nosotros no estamos cerrados a nada", insistía Anasagasti. No lo ve a así el presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, quien considera que la decisión del PNV de no apoyar los Presupuestos es la respuesta de los nacionalistas vascos a la petición que ETA hacía en su comunicado del 16 de septiembre, en el que al tiempo que anunciaba una tregua indefinida, emplazaba al PNV a "romper amarras" con populares y socialistas. "El PNV comienza a responder al comunicado de ETA y tal vez es el comienzo del pacto secreto que tiene con HB y con ETA. Lo veremos en las próximas semanas y meses".

En el PSOE también hacen su interpretación. A José Borrell, candidato a la presidencia del Gobierno, no le extraña que el PNV haya retirado su apoyo al Gobierno "porque ya ha conseguido lo que quería conseguir. Siempre han estado nadando entre dos aguas. ¿Para qué van a querer seguir apoyando al Gobierno?", ironizó.