Antagonismo

A diferencia de Tony Blair, que llegó al poder después de haber reformado el Partido Laborista, Gerhard Schröder elegido solamente seis meses antes de las elecciones, ni siquiera ha tenido tiempo de tomar las riendas del SPD. (...) El verdadero jefe del partido es Oskar Lafontaine. (...) Existe un cierto antagonismo entre ambos. Aunque, para acabar con Helmut Kohl y 16 años de oposición, los dos líderes han tenido que repartirse los papeles. Y durante la campaña, el Frankfurter Aligemeine se inventó un mote, Lafontöder, contracción de los dos nombres. (...) Pero el voluntarismo y sentido de la solidaridad de Lafontaine cuadran mal con Schröder, obsesionado por la competitividad de las empresas y partidario de una política basa da en la oferta. (...) ¿Qué tienen realmente en común el brillante Schröder, favorito de los sondeos y de las clases medias, (...) cuyo "nuevo centro" es un calco de la tercera vía de Blair, y Lafontaine, un antiguo alumno de los jesuitas licenciado en Física que sólo mira hacia el electorado popular y sólo jura por la socialdemocracia? (...) Su reforma fiscal de muestra que ambos dominan el arte de maquillar. En común, quizá, tienen la lucha contra el paro juvenil a través de un pacto por el empleo inspirado en el modelo holandés. Elegido para invertir la curva del paro, Schröder está tan volcado en su tarea como Lafontaine. Y en el maremoto financiero actual, tiene tanto interés como él en luchar por una reglamentación monetaria mundial que surja de paridades estables.

25 de octubre.