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CUMBRE DE LA UE / Dos nuevos líderes para Europa

Aznar pide una reunión especial para impulsar políticas comunes sobre Justicia e Interior

El presidente español propone reforzar las medidas para luchar contra el terrorismo

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, estrenó ayer su condición de portavoz de la minoría conservadora de jefes de Gobierno de la Unión Europea con un llamamiento a la cooperación policial y judicial entre los Quince y una armonización de los procedimientos de asilo y el control de los flujos migratorios. Aznar pidió que se celebre el año que viene una cumbre especial sobre Justicia e Interior. Toda su intervención tuvo como denominador común el reforzamiento de las medidas para luchar contra el terrorismo, su gran objetivo en política europea.

El debate se realizó a puerta cerrada con la única presencia de los jefes de Estado y de Gobierno asistidos por un ayudante para tomar notas. La prensa, a 20 kilómetros de distancia, era informada por los portavoces diplomáticos. Según fuentes españolas, la propuesta de Aznar fue bien recibida y en el debate que suscitó su intervención la mayoría de los oradores se pronunciaron en la misma dirección que el presidente del Gobierno español. Aznar era uno de los tres panelistas designados por el presidente de turno, el austriaco Viktor Klima, para ordenar el debate de esta reunión informal. Tal vez su pretensión de acabar con el derecho de asilo para los ciudadanos de los Quince en el seno de la Unión, decidió a Klima encargarle el tema de seguridad interior. El británico Tony Blair fue el designado, con gran escándalo de los franceses, para hablar del futuro de la Defensa europea, y el holandés Wim Kok del papel económico de Europa tras el nacimiento del euro.

Según fuentes diplomáticas españolas, Aznar recordó que desde su primera intervención en un Consejo Europeo -en Florencia en junio de 1996- defendió la necesidad de un espacio policial y judicial europeo. La ofensiva española, que topó con una cerrada resistencia de los países nórdicos, se recogió tímidamente en el Tratado de Amsterdam, y no ha impedido que se vuelvan a repetir casos de militantes de ETA que solicitan refugio político en países de la Unión, como el reciente de Bélgica.

Las prioridades que expuso ayer Aznar se centran en tres puntos. Libertad de circulación de los ciudadanos, pero armonizando los procedimientos de asilo y el control de los flujos migratorios. Cooperación policial, con una Europol como instrumento realmente operativo, y la colaboración entre Estados mediante comisarías conjuntas o acuerdos de persecución en caliente. Y en tercer lugar una mejor cooperación judicial, con el reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales y de extradición, y la armonización de ciertos aspectos relacionados con el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado.

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