D'Alema ofrece al Polo un "diálogo leal" para la reforma institucional
El nuevo primer ministro italiano, Massimo D'Alema, ofreció ayer un "diálogo leal" a la coalición de oposición, el Polo de la Libertad, para llevar adelante la reforma institucional en Italia, en el discurso programático con el que pedirá hoy el voto de confianza a su Gobierno. D'Alema justificó así el origen del Gabinete que preside: "Soy consciente de que no represento a un Gobierno elegido en las urnas, pero parte de la mayoría que me apoya no perdió precisamente las pasadas elecciones".
El primer ministro ex comunista que llega al frente del Gobierno en Italia también reclamó un esfuerzo general para superar la crisis del sistema bipolar que, a su juicio, hizo caer el pasado 9 de octubre el Gobierno de Romano Prodi. Y recordó el "coraje" de Aldo Moro, el histórico líder de la Democracia Cristiana, empeñado hace 21 años en el diálogo político con el poderoso Partido Comunista Italiano. D"Alema dejó claro en su discurso, largo y didáctico como una pastoral, que la coalición que lo apoya es tan sólo un pacto político entre partidos que mañana podrían ser de nuevo adversarios. Pero tuvo palabras elogiosas para la tradición católica italiana, y le recordó al líder del Partido de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti -quien ha calificado a este Gobierno de "paso atrás" en relación con el presidido por Prodi-, que entre las prioridades de este Ejecutivo está tomar contacto cuanto antes con los agentes sociales para mantener la concertación.
El nuevo jefe del Ejecutivo tendió una mano también a la Liga Norte -"superada ya la peligrosa bandera del secesionismo"- para construir juntos una Italia mejor. Empezando desde luego por una ley electoral que corrija los defectos del bipolarismo italiano, es decir, la inflación de partidos.
Ayer, los diputados del Polo de la Libertad reclamaron todos hacer uso de la palabra (207 intervenciones) en señal de protesta por lo que consideran un debate parlamentario preparado con demasiada celeridad. Por fortuna, las intervenciones, todas iguales, se limitaron a una sola frase: "Anuncio mi voto de rechazo a este Gobierno". La indignación del Polo tendrá consecuencias de largo alcance, pues el portavoz del grupo parlamentario de la Cámara, Beppe Pisanu, señaló que a partir de ahora no permitirán la aprobación de las leyes, por menores que sean, en comisión.
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