No hay riesgo de golpe, según el ministro de Defensa

Todo miembro del Ejército chileno que participe en manifestaciones callejeras será dado de baja, según señala una circular firmada por el comandante jefe, general Ricardo Izurieta, y que ha sido distribuida en las guarniciones del país, tras comprobarse la presencia de militares en activo en las algaradas para protestar contra la detención de Augusto Pinochet. La noticia trascendió tras la reunión de Izurieta con 1.500 jefes y oficiales en la Escuela Militar para tratar la situación creada con la detención del ex dictador, que, según declaró el propio jefe del Ejército, "afecta a la institución y al país". El comandante jefe agradeció y apoyó la actuación del presidente chileno, Eduardo Frei.El cónclave militar, que inicialmente dio pie a todo tipo de especulaciones, parece haber impuesto tranquilidad en las filas del Ejército, en sintonía con las declaraciones del ministro de Defensa, Florencio Guzmán, que aseguró que "no hay ninguna posibilidad de que alguna rama de las Fuerzas Armadas dé una demostración de fuerza".

Con todo, el malestar entre los uniformados es patente. El comandante del Primer Cuerpo del Ejército (el más importante del país), mayor general Sergio Moreno, criticó al Gobierno británico por la detención de Pinochet y habló de "rabia, indignación e impotencia" por la situación del ex general. Calificó de "arbitraria" la actuación del juez Baltasar Garzón, que, dijo, viola los derechos humanos de una persona que está en un proceso de recuperación.

Moreno es el segundo militar de alto rango que hace declaraciones, algo que choca frontalmente con la discreción institucional que ha instaurado Izurieta desde que asumió como comandante jefe y sucesor de Pinochet. Hernán Ramírez, jefe del III Cuerpo del Ejército, dijo el lunes que hubo "una falla" en el asesoramiento de Pinochet sobre el viaje a Londres.