El PSC boicotea un acto de Pujol al que asistirá un político francés aliado de Le Pen

Jordi Pujol quiso dar cierta solemnidad institucional a la conmemoración del décimo aniversario de la plataforma Cuatro Motores para Europa invitando también a la oposición a una comida oficial que se celebrará hoy con este motivo. Pero el primer partido de la oposición, el socialista, anunció ayer que sus representantes no acudirán al acto porque en él participa Charles Millon, el presidente de la región francesa de Rhône-Alpes, que en marzo de 1998 accedió al cargo gracias a los votos del Frente Nacional, el partido de la ultraderecha francesa dirigido por Jean Marie le Pen.

"No queremos sentarnos a la misma mesa que Charles Millon", dijo ayer enfáticamente el presidente del Grupo Socialista en el Parlament, Joaquim Nadal, al anunciar que los socialistas no asistirán hoy a la comida oficial. Y no lo harán, explicó, porque "ni la derecha francesa está de acuerdo con la utilización de los votos de la extrema derecha para mantenerse en el poder" como ha hecho Millon. Con esta decisión, el PSC extiende al sur de los Pirineos el boicoteo que los partidos de la derecha republicana y la izquierda francesa llevan a cabo contra Millon por su alianza con Le Pen. Nadal calificó de "festival impúdico" la participación de Millon en los actos que hoy se celebran en Barcelona con la asistencia del presidente regional de la región italiana de Lombardía, Roberto Formigoni; del ministro de Asuntos Sociales del land alemán de Baden-Württemberg, Erwin Vetter, y del propio Pujol. La plataforma común formada hace 10 años por estos cuatro gobiernos regionales bajo el nombre de Cuatro Motores para Europa constituye una de las principales apuestas de la política exterior desarrollada por Pujol. Persigue la colaboración de Cataluña con regiones de elevado nivel de vida y gran potencia económica. Pero Nadal aprovechó la ocasión para recordar que el panorama político europeo registra un generalizado giro a la izquierda en los últimos años y que uno de sus resultados es que a Pujol "no le quedan ya muchos amigos para ir por Europa". Dos de los mejores amigos de Pujol en la política regional europea, Millon y el presidente de la región francesa de Midi-Pyrénées, Jacques Blanc, se mantienen en el cargo desde las últimas elecciones regionales gracias a los votos del Frente Nacional, pero en medio de una fuerte tormenta política que afecta nada menos que a su credibilidad como demócratas liberales. Esto ha dejado a Pujol en una situación comprometida, porque la derecha moderada francesa lleva a cabo desde la primavera de 1998 una viva campaña para mantener aislados a Millon y los presidentes regionales que, como él, pactaron con la ultraderecha que defiende posiciones claramente xenófobas y racistas para mantenerse en el cargo y cerrar el paso a gobiernos regionales de izquierda. Expulsados de la UDF Algunos de estos presidentes han tirado la toalla, pero éste no ha sido el caso de Millon. Poco después de las elecciones regionales fue expulsado de su partido, la Unión para la Democracia Francesa (UDF), del que era una figura de cierto relieve, hasta el punto de haber sido ministro de Defensa entre 1995 y 1997 en el Gobierno del neogaullista Alain Juppé. Desde las últimas elecciones regionales no puede hacer un viaje en su propia región sin que le organicen una manifestación para exigirle la dimisión. Cada sábado le recuerdan esta exigencia ante la alcaldía de la que es titular. Como la derecha republicana y la izquierda francesas, Nadal afirmó ayer que Pujol debe "cortar de raíz" la relación institucional que mantiene con la presidencia de la región de Rhône-Alpes, sin que ello impida mantener la colaboración en los proyectos comunes. Las dificultades políticas de Jacques Blanc, también como consecuencia de su alianza con Le Pen, han aconsejado a Pujol reducir su relación con el presidente de Midi-Pyrénées, con el que durante muchos años ha defendido criterios comunes en la Asociación de las Regiones de Europa (ARE).