La fiesta de las "ikastolas" reúne a unas 90.000 personas en Sangüesa

VIENE DE LA PÁGINA 1 Unos 15.700 coches particulares y medio millar de autobuses llegaron hasta Sangüesa para participar en la edición de este año de Nafarroa Oinez. "No ha habido ningún incidente ni de tráfico ni de otro tipo", explicaron fuentes de la organización a primera hora de la tarde. El Gobierno navarro, encabezado por Unión del Pueblo Navarro, vincula el futuro de la lengua vasca en esta comunidad al deseo de quienes allí viven. El director general de Política Lingüística, Fernando Pérez de Viñaspre, dejó bien clara su postura en declaraciones a Radio Nacional: "A mí me gustaría que el euskera se fuera normalizando más cada día. Es un objetivo muy a largo plazo, pero hay que mirarlo de una forma positiva, porque los resultados se están viendo a través de la enseñanza. Yo creo que el futuro es un tanto halagüeño pero al final serán los navarros los que tienen que decirlo. Un pueblo no hablará euskera si sus ciudadanos no quieren hablarlo". Según el último estudio sociolingüístico del Gobierno vasco, el vascuence es la lengua materna del 8,3% de los navarros. Pérez de Viñaspre animó a la sociedad navarra a considerar el vascuence "como patrimonio de los navarros" y a asumir "que es algo nuestro, algo que se debe conservar y defender". Explicó también que la cuestión lingüística se va despolitizando con el paso de los años. Recordó que, según la última encuesta sociolingüística, el 69% de los navarros no tiene una actitud desfavorable hacia la lengua vasca. En opinión del responsable de Política Lingüística, "esto ha cambiado en los últimos años, lo cual demuestra que el euskera se ve como patrimonio de los navarros, sin la consideración política que se viene haciendo tanto por unos como por otros. En estos momentos podemos decir que el euskera se está despolitizando, se ve con más normalidad". A juicio de Pérez de Viñaspre, la actual implantación del vascuence en Navarra no tiene vuelta atrás. Afirmó que "el euskera está en un momento de no retroceso, y se está consiguiendo que sea una lengua viva, que haya resucitado cuando se veía que estaba retrocediendo". La fiesta comenzó con el descubrimiento de una versión de la escultura de Jorge Oteiza Irten ezin (No poder salir).