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Las bofetadas a los niños serán sancionadas por el nuevo código alemán

El futuro Gobierno alemán, formado por socialdemócratas y verdes, prohibirá abofetear a los niños como parte del proceso educativo, aunque quienes les peguen sean los padres. El acuerdo se produjo ayer durante las negociaciones del programa del Ministerio de la Familia.El Gobierno saliente, formado por cristianodemócratas y liberales, ha criticado con dureza el proyecto de la coalición rojiverde, alegando que "lo que pretenden es criminalizar a los padres mediante una ley sobre educación".

En opinión de la futura ministra de Familia, Christine Bergmann, "el derecho de los niños a una educación sin violencia ha de ser recogido por la ley, y nosotros lo haremos mediante una modificación realizada en el Código Civil". El Parlamento Federal aprobó este año una reforma del Código Civil que prohíbe expresamente los castigos corporales y malos tratos, físicos y psíquicos, a los niños.

Bergmann arguye que "los niños y jóvenes que son víctimas de la violencia durante su educación, y las bofetadas recurrentes son violencia, arrastran un alto componente de agresividad en la edad adulta. Y así se llega a un círculo vicioso que hay que romper".

Según datos proporcionados por la presidenta de la comisión parlamentaria para la Familia, la socialdemócrata Edith Niehuis, más del 30% de los padres alemanes consideran que unos cachetes de vez en cuando facilitan el proceso de educación de sus hijos.

"No se trata de criminalizar al padre que levanta la mano una vez en ese proceso de educación, sino de prohibir los cachetes en el trasero y las bofetadas como instrumento recurrente y consciente de educación", explicó Niehuis.

Para el portavoz de asuntos de Interior del grupo parlamentario de la Unión Cristianosocial (CSU), Wolfgang Zeitlmann, "reglamentar por ley los métodos de educación encaja en un país totalitario, pero no en la República Federal de Alemania".

"En este país, los padres son responsables ante la ley en lo relativo a la educación y al cuidado de sus hijos", añadió Zeitlmann. "Está claro que la palabra cuidado significa, entre otras muchas cosas, educación ejercida sin violencia".

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