La limpieza ilegal de un petrolero en alta mar es la causa de la marea negra que sufre Portugal

El secretario de Estado portugués para el Ambiente, Ricardo Magalhaes, reconoce que aún no ha sido identificado el petrolero cuyo escape de crudo provocó la semana pasada una marea negra que afecta a más de 60 kilómetros de costa al norte de Portugal. Magalhaes está convencido de que la causa de este "grave accidente ecológico" se debe al lavado ilegal en alta mar de los tanques de un petrolero, en una zona por la que circulan diariamente entre 400 y 600 embarcaciones. El Gobierno portugués ha anunciado que reforzará la vigilancia aérea y marítima de la costa.

Este anuncio no ha convencido a las asociaciones ecologistas portuguesas, que consideran "increíble" que un país que acaba de organizar una Exposición mundial dedicada a los océanos como patrimonio de la humanidad, y que es candidato a un organismo internacional para la protección de los mares, descuide de esta forma sus costas y sus aguas. El presidente de la asociación ecologista Quercus, Francisco Ferreira, explicó ayer a este periódico que "este tipo de accidentes, con mayor o menor gravedad, son habituales en la costa portuguesa, debido a la escasa vigilancia del litoral. No es una situación nueva, pero vuelve a demostrar la escasez de medios y de voluntad política para resolver este problema"."Los sistemas de control", añade, "están concentrados en los grandes puertos, pero la vigilancia es mínima en el resto del litoral. Nosotros tenemos intención de pedir una auditoría sobre el estado de estos sistemas de control, que a nuestro juicio deben ser reforzados de forma inmediata. Además, no existe una línea de emergencia ecológica para alertar de este tipo de situaciones, lo que también es muy grave. Este último accidente fue detectado por algunos pescadores. De haber existido esa línea de emergencia se podría haber informado del escape y detectado rápidamente al causante del desastre".

Bolsas de crudo

El accidente fue detectado el pasado día 3, cuando la marea negra llegó, de forma dispersa, a las playas del norte de Portugal, concretamente a la franja que va desde Tocha a Vieira de Leiria. Las bolsas de petróleo fueron ampliándose y han acabado por afectar a más de 60 kilómetros de costa, entre Mira, Figuiera da Foz y Vieira de Leiria. Las autoridades portuguesas han reconocido que hasta el momento se han recogido más de 50 toneladas de crudo, aunque la cifra podría llegar a las cien toneladas. El director general de Ambiente en la zona centro, Fernando Peixinho, explica que "afortunadamente no se han detectado señales de que la fauna haya sido afectada por la marea negra, por lo que no se puede decir que la situación sea preocupante". No obstante, añadió, el accidente es "lamentable en la medida en que no ha sido registrado ni hemos sido informados de ninguna anomalía por parte de armadores o empresas. Sólo se puede concluir que la marea negra es producto de una actitud de incuria y dejadez por parte de alguien".Por otro lado, las labores de limpieza aún continúan en gran parte del litoral afectado, dado que muchas zonas ya barridas han vuelto a ser inundadas por bolsas de petróleo, como ha sido el caso de la playa de Leirosa, en el distrito de Figueira da Foz, una de los más afectados por la marea negra.

A la vista del desastre, el alcalde de Figueira da Foz, Pedro Santana Lopes, declaró: "Está plenamente justificada una inversión de miles de millones en la protección de las aguas. Miramos al mar como lo hacían quinientos años atrás, y el mar no es sólo pasado sino presente y futuro".

El secretario de Estado para el Ambiente, que recientemente visitó las zonas afectadas, explicó que el Gobierno reforzará la vigilancia de las costas, de forma que este tipo de accidentes "no acaben en la impunidad y sus costos ambientales, económicos y sociales no queden difusos".

Vigilancia aérea

Ricardo Magalhaes reconoce que "no será fácil esclarecer el origen del accidente e identificar a sus autores", y afirmó que el Gobierno adoptará nuevas medidas para "asegurar una vigilancia eficaz de las costas, en concreto vía satélite, vía aérea o a través de fotografías". En este sentido, explicó que el Gobierno tiene previsto desbloquear diversas partidas presupuestarias de los ministerios de Defensa y Ambiente con el fin de aumentar las horas de vigilancia aérea del litoral. Asimismo, reconoce la imperiosa necesidad de concretar un sistema de control de este tipo de lavados en alta mar, que, por desgracia, suelen ser habituales en las costas portuguesas.El secretario de Estado para el Ambiente admitió también que aún está por concretar el destino de los residuos y las arenas contaminadas, cuyo paradero final será decidido por los especialistas del Instituto Nacional de Residuos, una vez que hayan sido debidamente clasificados.

La Dirección General de la Marina portuguesa investiga entre los petroleros que navegaron por esa zona durante el día del accidente con el fin de intentar identificar con exactitud el origen del crudo. Las autoridades portuguesas han reconocido que la búsqueda será complicada y que, probablemente, no obtendrá resultados positivos, dado el elevado tránsito de embarcaciones por la zona.