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La vía del ferrocarril que divide el distrito de Vallecas tendrá pantallas antirruido

Antonio Jiménez Barca

Los casi tres kilómetros de vías de tren que parten en dos el distrito de Puente de Vallecas tienen un arreglo que vale 1.650 millones de pesetas. El Ayuntamiento ya ha terminado el plan para acabar, en parte, con la cicatriz que representan para el barrio estos 3.000 metros de terraplenes, ruido, descampados, tapias mal cuidadas, peligro y falta de comunicación entre las dos orillas.

El Gobierno municipal, del PP, ha rechazado el enterramiento del camino del ferrocarril, ya sea total o parcialmente, debido a que es una solución "inviable por costosa y difícil de construir". Según los técnicos municipales, el corredor por el que discurre el tren tiene la anchura suficiente como para "convivir con el entorno sin recurrir a soluciones maximalistas, como el soterramiento de las vías". Para eso, se ajardinarán los terraplenes, se construirán nuevas carreteras, se reformarán los pasos para peatones y los cruces de tráfico.

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El plan prevé, asimismo, instalar pantallas acústicas al lado del ferrocarril en las zonas "más densamente pobladas", a fin de eliminar el ruido que soportan los vecinos cuyas ventanas están más próximas a las vías. El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, aseguró el viernes que el municipio dispondrá para 1999 de una partida presupuestaria "de unos cientos de millones" para impulsar el proyecto. Las obras empezarán, en todo caso, después de las elecciones municipales de junio.

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Absorber el tráfico

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Las asociaciones de vecinos rechazan el proyecto y exigen el enterramiento de las vías

A fin de que todos estos problemas se subsanen, los técnicos han elaborado un proyecto que servirá para, entre otras mejoras, paliar la separación y aumentar la capacidad de las calles para que absorban más tráfico y conecten mejor con la M-30 y la M-40.A este respecto, las dos calles que circulan paralelas a las vías del tren se transformarán en una avenida urbana con cuatro carriles por sentido, "con amplias aceras arboladas y abundantes plazas de aparcamiento". El informe de los especialistas municipales advierte de que se tratará "de una avenida con gran capacidad circulatoria, pero no una autopista de gran velocidad". Tres asociaciones de vecinos consultadas ayer por este periódico (la de la Viña, la de la Paz y la del Pozo) rechazaron el proyecto por considerarlo "insuficiente", y exigieron el enterramiento de las vías.

Las viejas pasarelas que actualmente utilizan los peatones, según el proyecto municipal, se transformarán en pasos lo suficientemente amplios como para albergar quioscos, terrazas y miradores. Las obras se llevarán a cabo sin cortar en ningún momento el flujo de ferrocarriles.

Uno de los aspectos más llamativos del plan es la construcción de un estanque artificial de unos cinco metros de ancho y más de trescientos de largo, que se ubicará en una futura zona ajardinada y arbolada que servirá "para disfrutar de la vista del paso de los trenes".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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