Schröder logra un acuerdo con Los Verdes para reducir los impuestos

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y Los Verdes iniciaron el capítulo de política exterior y seguridad en sus negociaciones de coalición, tras acordar las bases de su política fiscal. El resultado ha sido un acuerdo para reducir los impuestos y compensar la merma en el erario público con una poda de la generosa gama de exenciones fiscales existentes en Alemania. No hay acuerdo todavía sobre el polémico impuesto ecológico.

Al margen de las negociaciones de coalición, los primeros síntomas de divergencias han aparecido en el SPD tras una campaña electoral de unidad modélica. Las discrepancias se deben a los deseos de Rudolf Sharping, el actual jefe del grupo parlamentario, de seguir desempeñando ese cargo y no de convertirse en ministro de Defensa, tal como quiere el jefe del partido, Oskar Lafontaine.En presencia de Lafontaine, el futuro canciller, Gerhard Schröder, anunció ayer en público que tanto el jefe del partido como Sharping y Franz Müntefering, el estratega electoral, formarán parte del Gabinete. Schröder y Lafontaine dejaron sin respuesta la pregunta sobre el próximo dirigente del grupo.

La reforma fiscal rojiverde, que cumple el programa electoral del SPD, fue criticada ayer desde la coalición gubernamental saliente y desde los círculos empresariales. El presidente de la Asociación de Industriales, Hans-Olaf Henkel, manifestó que los planes dados a conocer "son peores de lo que nos habíamos temido" y advirtió que la supresión de las exenciones fiscales y la introducción de un impuesto ecológico, "no sólo expulsa a la industria del país, sino que destruye también las bases de la artesanía, del comercio y de los servicios". Por su parte, la Unión de Contribuyentes manifestó que la reforma es "absolutamente insuficiente y muy decepcionante".

Los fundamentos de la reforma, anunciados el domingo por la noche, prevén reducir los tipos impostivos del equivalente alemán al IRPF, que oscilan hoy entre el 25,9% y el 53%, y situarlos entre el 19,9% (tipo mínimo) y el 48,5% (tipo máximo). Esta reducción comenzará en enero de 1999 y se hará progresivamente en tres fases a lo largo de cuatro años. Las rebajas se financiarán mediante la eliminación o reducción de un 70% aproximadamente de las muchas exenciones fiscales existentes, entre ellas desgravaciones por inversiones inmobiliarias, y por construcción de yates y de avionetas. El resultado ha de ser una rebaja neta de la carga impositiva equivalente a 10.000 millones de marcos.

En la primera fase de la reforma fiscal, a partir del próximo enero, se prevé aumentar las prestaciones por hijo de 220 marcos mensuales a 250 y también los ingresos mínimos exentos de impuestos a 12.020 marcos anuales. Asimismo, el tipo mínimo del IRPF bajará al 23,9%. Los impuestos industriales lo harán del 47% al 45%. Para que una familia trabajadora tenga 1.000 marcos más a su disposición, el Estado dejar de percibir 14.000 millones de marcos que compensará con la poda de exenciones fiscales.

En la segunda fase, a partir de enero del 2000, los ingresos exentos de impuestos aumentarán hasta 13.500 marcos anuales, el tipo mínimo bajará a 22,9%. A esto se incorporará el descenso del tipo máximo, que pasará del 53% actual al 51%. El impuesto industrial, a su vez, pasará del 45% al 43%, con lo que, según los cálculos del presidente del SPD, Oskar Lafontaine, una familia trabajadora se ahorrará 1.800 marcos anuales. En la tercera fase, a partir de enero del año 2002, se planea que el mínimo exento de impuestos ascienda a 14.000 marcos; las prestaciones por los dos primeros hijos, a 260 marcos por niño, y el impuesto mínimo baje a 19,9%, mientras el tipo máximo se situará ya en la meta final del 48,5%.

Según detalles de la reforma fiscal divulgados ayer, ésta se dejará sentir también en los ahorros de los alemanes, que verán reducidos a la mitad los intereses exentos de retribución. Éstos pasan de 6.000 marcos (para solteros) y 12.000 marcos (para casados) a 3.000 y 6.000.