Las víctimas de Banyoles serán repatriadas hoy por carretera
A partir de esta mañana empezarán a salir de Girona, de forma escalonada, los vehículos funerarios que trasladarán a sus localidades de origen los cuerpos de los 20 jubilados franceses fallecidos el pasado jueves en el naufragio de un catamarán turístico en el lago de Banyoles. La juez que instruye las diligencias del caso autorizó las repatriaciones en la mañana del sábado, después de que los forenses hubieran completado todas las autopsias, pero la lentitud de los trámites burocráticos obligó a posponer hasta hoy el traslado de los cuerpos. Ayer seguían ingresados tres de los heridos en el accidente: una anciana de unos 80 años en el hospital de Sant Pau de Barcelona, aquejada de insuficiencia respiratoria y que precisa ventilación mecánica; una jubilada de 63 años, con un cuadro clínico similar, en el hospital Josep Trueta de Girona, y otra mujer de 62 años, en el hospital de Blanes, que ya ha recibido autorización para el traslado a un centro hospitalario francés. Está previsto que Bartomeu Gayolà y Simón Rodríguez, propietarios y patronos de L"Oca, la embarcación siniestrada, depositen hoy la fianza de cinco millones de pesetas para cada uno que la juez fijó para eludir su ingreso en prisión. Ambos están acusados de 20 homicidios por imprudencia grave. Un informe pericial encargado por el Ayuntamiento de Banyoles confirmó que el naufragio es consecuencia directa de una burda manipulación de la embarcación. La responsabilidad de los dos acusados en el siniestro podría incrementarse si se demuestra que no poseían la titulación adecuada para conducir una embarcación con pasajeros. Acusación particular El Ayuntamiento de Banyoles estudiará hoy, en comisión de gobierno, si ejerce la acusación particular en la causa abierta por el naufragio del barco. Las indemnizaciones que recibirán los familiares de las víctimas, los heridos y los ancianos que denuncien secuelas psicológicas a causa del siniestro podrían superar los 500 millones de pesetas, según fuentes del sector de seguros. El accidente, lejos de repercutir negativamente en la afluencia de visitantes al lago, parece haber actuado como morboso factor de atracción. Durante todo el fin de semana han sido muchos los visitantes que han posado para ser fotografiados ante la embarcación reflotada. Algún grupo turístico ya intentó ayer infructuosamente contratar los servicios del otro catamarán ecológico que opera en el lago y que no tiene previsto reanudar sus paseos hasta mañana. En el primer viaje después de la tragedia llevará a bordo a un grupo de jubilados franceses que tenían el viaje reservado desde hace algunos días. Este mismo catamarán se encargará hoy de remolcar L"Oca hasta una zona de la orilla lacustre más despejada de vegetación, donde será cargada en un camión, que la llevará hasta el aeropuerto de Girona para ser inspeccionada en seco.
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