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Reportaje:

Las píldoras de la felicidad se convierten en el producto "estrella" de los laboratorios

En 1997 el Seguro pagó 10.000 millones por el principio activo que se ofrece para la timidez

Milagros Pérez Oliva

La felicidad difícilmente se consigue con una pastilla y en cambio, el previsible mal uso de estos fármacos no sólo puede arruinar la salud de quien no los necesita sino las arcas de la sanidad pública. De estos medicamentos, sólo dos están ya disponibles en las farmacias españolas, el popular Prozac, cuyo principio activo es la fluoxetina, y el Serotax, que es la marca más conocida de la paroxetina, el antidepresivo que se ha presentado en Gran Bretaña como la píldora de la timidez, y que se comercializa en España desde julio de 1992. Sólo la factura de Prozac equivale ya a todo el ahorro -10.000 millones de pesetas-que el Ministerio de Sanidad espera conseguir el año próximo con la introducción de los medicamentos genéricos y la aplicación de precios de referencia. En 1997, la Seguridad Social recetó en España 1.931.871 unidades de Prozac, con un coste de 9.206 millones. Pero la paroxetina, sin ser aún conocida como píldora de la timidez, superó incluso esa cifra: 1.857.912 unidades vendidas entre las diferentes marcas que llevan este principio activo, con una factura total de 10.269 millones. Y en los seis primeros meses de 1998, su prescripción ha aumentado un 35%. Todo ello sin contar lo que receta la medicina privada y lo que se vende directamente en farmacias, pues aunque son fármacos que precisan receta, no es difícil obtenerlos sin ella.

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En realidad, ambos fármacos actúan de la misma forma: inhiben los receptores de la serotonina y por lo tanto, aumentan la presencia de esta sustancia euforizante en el cerebro. "Pero la paroxetina no tiene nada que ver con la timidez", afirma Antonio Espino, jefe del servicio de Psiquiatría del Centro de Salud Mental de Majadahonda (Madrid). "Lo que aportan estos fármacos en el tratamiento de la depresión no es tanto una mayor eficacia, sino una reducción de los efectos adversos. Pero eso no quiere decir que no los tengan. Simplemente, tienen otros".

Operación publicitaria

Espino ironiza: "La principal novedad del Prozac fue que por primera vez se cambió la estrategia de promoción y en lugar de dirigirse a los médicos lo hacen sobre la prensa y sobre los usuarios".Conseguir un nuevo medicamento útil cuesta un promedio de diez años de investigación y 14.000 millones de inversión. Por eso, cuando un laboratorio como Pfizer encuentra en uno de sus viejos fármacos una nueva indicación para un problema socialmente tan sensible como la disfunción eréctil, ha conseguido una inmensa diana: nada más aprobarse comenzó a venderse a razón de 10.000 recetas diarias. El Viagra ha superado ya al Prozac en ventas en Estados Unidos y la misma senda parece perseguir ahora el laboratorio británico SmithLine Beecham al promover una nueva indicación de la paroxetina como tratamiento de la fobia social basándose en estudios del propio laboratorio. Hasta ahora estaba indicada en cuadros obsesivos de angustia y agorafobia, un trastorno muy grave que impide a muchas personas salir de casa por miedo.

Pero de ahí a la timidez hay un enorme trecho. El problema ahora es que su uso se generalice como placebo para combatir, no ya la depresión, sino el simple malestar que provoca muchas veces la cultura en la que vivimos. "El hombre siempre ha buscado una pócima mágica como la de Asterix", recuerda José Félix Olalla, subdirector general de Evaluación de Medicamentos de Sanidad.

El director del Centro de Farmacología de Instituto Carlos III, Fernando García Alonso, es taxativo: "La paroxetina se ha rodeado de una aureola de eficacia para problemas de la personalidad que no se ajusta a la realidad. Es eficaz en las personas que sufren realmente depresión, pero en las que tienen malestar, puede euforizarles un tiempo, pero nada más".

Pero los centros de salud mental están colapsados por un alud de pacientes graves, y los médicos de cabecera tienen que ocuparse cada vez más de los trastornos mentales leves. "Justamente el aumento de la prescripción de la paroxetina se debe a que, además de la mejora que representa, es un fármaco de fácil manejo que puede ser bien administrado por los médicos de familia", opina Eugeni Sedano, responsable de Atención Farmacéutica de la Generalitat catalana.

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