Albright consigue una nueva reunión hoy entre Netanyahu y Arafat
La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, ha conseguido el primer triunfo de su viaje a Oriente Próximo: el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, han aceptado reunirse hoy con ella en el paso fronterizo de Erez. "Hay mucho trabajo por hacer y tenemos poco tiempo", dijo la jefa de la diplomacia estadounidente En la agenda, un solo punto: la cumbre de Washington.
Este encuentro entre los dos líderes ha sido confirmado por los palestinos y por la radio estatal israelí. Ésta añadió un matiz importante para el consumo interno, se celebrará en el lado israelí de Erez. Es decir, será Arafat quien tenga que acudir a territorio de Netanyahu. El portavoz del primer ministro, Aviv Bushinsky, fue menos maquiavélico en su declaración. "El señor Netanyahu es favorable a tal encuentro tripartito si se confirma que puede ayudar a hacer avanzar las negociaciones de la cumbre de octubre en EEUU".El portavoz de Albright, James Rubin, indicó anoche en Jerusalén que la secretaria de Estado ha logrado avances en las reuniones separadas que ayer mantuvo con Netanyahu y Arafat. "Creemos que estamos realizando progresos sustanciales", aseguró Rubin.
El objetivo de Albright en el encuentro de hoy es conseguir que ambos acepten mantener otra reunión cara a a cara en Washington, prevista para finales de este mes. El presidente norteamericano, Bill Clinton, con graves problemas internos, desea conseguir un acuerdo definitivo sobre la retirada israelí de Cisjordania y desastascar el proceso de paz. "La cumbre de Washington está diseñada para cerrar los asuntos pendientes... Hay muchos asuntos pendientes", dijo Albright. La cumbre de Washington durará varios días, según las previsiones norteamericanas.
La cita de hoy representará el tercer encuentro en 11 días entre los dos líderes, tras las reuniones celebradas en Nueva York (con ocasión de la Asamblea General de Naciones Unidas) y de la Casa Blanca. "Esto significa que estamos en un momento en el que ambas partes están dispuestas a cooperar", señaló Rubin.
"La clave del proceso reside en conseguir que Netanyahu y Arafat confirmen el principio de pacto [sobre los porcentajes de retirada israelí de Cisjordania] elaborado con anterioridad, impidiendo que den marcha atrás, y celebrar finalmente la cumbre de Washington en octubre", aseguraban ayer fuentes diplomáticas en Jerusalén.
El punto básico de esa retirada es el porcentaje. Estados Unidos lo situó en un 13% a cambio de que los palestinos se comprometieran a luchar contra los grupos radicales que, como Hamás y la Yihad, tratan de quebrar el proceso de paz. Arafat, que en un principio se resistió a aceptar ese 13%, ya ha dado su brazo a torcer.
El primer ministro israelí, tras su reunión con Albriht, dijo: "Si los palestinos hacen su parte, nostros haremos la nuestra y tendremos un acuerdo". Y añadió: "El asunto más importante de todos es... antes de nada, ser operativos en la lucha contra el terrorismo".
"Tenemos que darnos prisa. El tiempo no está de nuestra parte. Es obvio que las dos partes deben trabajar y responder a difíciles retos mientras la cumbre de Washington se acerca. Se trata de una oportunidad única para alcanzar un acuerdo", añadió la secretaria de Estado mientras se dirigía a Jericó, en la zona autónoma palestina, donde se encontró con el líder palestino, Yasir Arafat.
A pesar de esa buena noticia, el día no comenzó bien. Poco después de la reunión entre Albright y Netanyahu, la oficina del primer ministro anunció la decisión de sustituir las viviendas provisionales de los 400 colonos judíos en Hebrón por casas permanentes.
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