El PP exige al Gobierno de CiU medidas urgentes para mejorar el nivel de castellano de los estudiantes

El Partido Popular (PP) presentó ayer en el Parlament una proposición no de ley en la que exige medidas "con urgencia" para elevar el nivel de castellano entre los estudiantes catalanes. El presidente del grupo parlamentario del PP, Josep Curto, emplazó al Gobierno de Pujol a cumplir la ley de política lingüística, que garantiza que los alumnos dominen el catalán y el castellano al finalizar la escolarización. Los diputados conservadores han acogido con preocupación el estudio del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, que por encargo de la Generalitat ha analizado la competencia lingüística de los escolares que han cursado los estudios en catalán (inmersión). Los resultados reflejan que los alumnos de 14 a 16 años tienen mejor nivel de lengua y literatura catalana que de lengua y literatura castellana. "Es necesario que se adopten medidas para corregir esta desviación y evitar que se consolide el desequilibrio", afirmó Curto, quien recalcó que la proposición presentada demuestra la coherencia del PP en materia lingüística. Curto se abstuvo de concretar las "medidas urgentes" reclamadas por su partido, y la proposición no de ley tampoco las enumera. Asimismo, el presidente del grupo parlamentario popular insistió en que no pretende abrir ninguna polémica con el Gobierno de Convergència i Unió (CiU). "Simplemente, pedimos que aplique correctamente la ley, vistos los resultados de sus propios informes", afirmó. Esta actitud contrasta con la virulencia de las declaraciones del senador Aleix Vidal-Quadras, quien el lunes dijo que el estudio pone en evidencia "la política reduccionista, doctrinaria e irracional" de CiU. El portavoz de Educación del PP, Juan Carlos Guerra Zunzunegui, también exigió el lunes medidas urgentes al Gobierno de la Generalitat. El estudio, que ha presidido el catedrático Josep Montané, refleja una cierta dificultad en el dominio del léxico del castellano, especialmente entre el alumnado de 14 años, si bien las diferencias de conocimiento entre ambas lenguas se reducen a los 16 años, cuando finaliza la escolarización obligatoria.