España se opone al texto de la Comisión sobre la financiación de la UE
"Hoy por hoy no hay ningún motivo para que debamos modificar" nuestra propuesta, dijo ayer en Klagenfurt (Austria), donde asiste a una reunión informal de ministros de Industria de la UE el portavoz del Gobierno, Josep Piqué. Dejaba constancia así de que España mantiene viva su propuesta de reformar el sistema de recursos propios (ingresos) comunitarios de tal foma que aporten más los más ricos.
Con esta reacción, el Gobierno español tomaba su primera postura frente al proyecto de la Comisión Europea para la reforma del sistema, desvelado ayer por EL PAÍS. En ese texto, que será aprobado, modificado, o rechazado por el pleno de la Comisión el próximo miércoles, el equipo redactor del Ejecutivo comunitario se alinea con los intereses de Alemania en la batalla financiera de la UE. Y rechaza de plano la propuesta española, al considerar que la progresividad debe conseguirse por el lado de los gastos, y no de los ingresos. También el comisario Marcelino Oreja se distanció del proyecto elaborado bajo los auspicios de su colega de Presupuestos, Erkki Likanen. Oreja resaltó que el actual sistema "ha proporcionado hasta la fecha los recursos presupuestarios necesarios para permitir la acción de la Comunidad". El comisario se enfrenta a dos de las tres opciones planteadas por el documento para resolver las reivindicaciones alemanas. "Debemos rechazar en este debate presupuestario el discurso de los saldos netos de cada Estado miembro puesto que este razonamiento podría llevarnos a quebrar la cohesión interna de la Unión y a minar los propios fundamentos" comunitarios. "Tampoco me parece aceptable", añadió, "introducir reformas que menoscaben o desnaturalicen las políticas comunes", añadió. Con lo primero se oponía a la hipótesis de establecer un tope a las contribuciones netas de cada Estado. Con lo segundo, a la de endosar un 25% de los gastos agrícolas a los gobiernos, en vez de al presupuesto común.Para España, esta última fórmula representaría tener que financiar 500 millones de ecus anuales (unos 73.000 millones de pesetas), equivalentes al 0,07% de su PNB; para Francia, igual cantidad y un 0,04% de su PNB; para Grecia, 450 millones de ecus, un 0,3% del PNB; y para Irlanda, el 0,2% de su PNB, según fuentes comunitarias. Ésos serían los cuatro países más afectados.
[El proyecto de la Comisión, aunque recelando de la fórmula Waigel, consistente en un mecanismo de retorno a los países ricos contribuyentes netos, a la usanza británica, la reconoce como hipótesis plausible. Un error en el primer párrafo de la información aparecida en las primeras ediciones de ayer confundía esa propuesta, con la alternativa española, cuando justamente son contrarias entre sí, como quedaba claro en el resto del texto]
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