El Consorcio de Turismo registró un déficit de 523 millones de pesetas en 1995

VIENE DE LA PÁGINA 1 La auditoría, fechada en febrero de 1997, mantiene que el consorcio padeció un déficit de 523 millones de pesetas en 1995, tal como desveló el diputado de IC-EV Joaquim Novella, quien reclamó una comisión investigadora del Parlament. Esta propuesta fue rechazada por los votos de CiU y el PP. Tanto IC-EV como CC OO denunciaron a la fiscalía las anomalías de Turismo. La federación de Administraciones públicas de CC OO acusó al actual consejero de Turismo, Antoni Subirà, de echar tierra sobre el escándalo, a pesar de que en 1996 un informe jurídico encargado por la Generalitat al bufete Jané & Solà aconsejaba que se denunciaran los hechos en un juzgado por supuestos delitos de fraude, prevaricación y soborno. Entre las empresas favorecidas figuran las del empresario de Reus Jaume Bertolí, para quien Cogul había trabajado. Bertolí, ex propietario del hotel Quality Inn, percibió 1,9 millones de pesetas en 1995 en concepto de "cenas con colaboradores". Otra firma de Bertolí, Camping Salou, también cobró 2,5 millones por "alquiler de apartamentos". Sin embargo, a pesar de que con fecha 31 de diciembre de 1995, una resolución del presidente del consejo general del Consorcio de Turismo destituía a Joan Cogul como director, la formulación de cuentas de 1995 "asume una indemnización de 8,4 millones originada por el despido del director general" (Cogul). El auditor opina: "A nuestro entender no procedía liquidar indemnización alguna". 132 millones en regalos La Intervención de la Generalitat considera que de los gastos del Consorcio de Promoción Turística "fueron anómalos 345 millones de pesetas". Es decir, que se gastó un millón de pesetas diario de forma incorrecta. Por cierto, más del doble de lo que supuso el pago de las nóminas al personal en el mismo ejercicio (197 millones). Gracias a esos gastos, el Consorcio de Turismo tenía, a finales de 1995, objetos para regalo por valor de 132 millones de pesetas en un almacén. Las compras "fueron gestionadas y autorizadas directamente por el ex director general, Joan Cogul. Se han efectuado por el procedimiento de contratación directa, con incumplimientos reiterados de la norma que fija la Ley de Contratación Pública", dice la Intervención. Desde un punto de vista contable, se aprecia también como irregular considerar "existencias comerciales" los productos promocionales no destinados a la venta, valorados en 134,2 millones de pesetas. La auditoría se expresa con rotundidad por lo que respecta a los gastos en promociones: llaveros, bolígrafos, gorras, paraguas, camisetas y otros "se compraron a precios muy superiores a los de mercado y fueron suministrados por muy pocas empresas, muchas de ellas de Reus, y productoras de informes para el consorcio. Esas empresas eran: Spot Agencia de Publicidad, CGI -ambas de Reus- y Big Stone, que concentraban el 80% de los suministros al Consorcio de Turismo.