El nuevo IRPF reducirá un 11% la tributación media por contribuyente

La reducción del IRPF, la reforma estrella del Gobierno para el año que viene, supondrá para los contribuyentes pagar de promedio un 11,1% menos en su declaración del año 2000. Así consta en el proyecto de Presupuestos del Estado que el Gobierno envió ayer al Congreso. Para conocer la rebaja individual a cada contribuyente, el Gobierno debe aprobar en las próximas semanas la tarifa del impuesto y las nuevas retenciones que se aplicarán en las nóminas a partir del próximo mes de enero.

La previsión de ingresos por el impuesto de rendimiento de las personas físicas (IRPF) para 1999 asciende a 5,2 billones de pesetas, un 2,8% más que este año. Esta moderada previsión, en un año en el que se prevén 369.000 ocupados más, con una tasa de paro en descenso hasta el 17,4% de la población activa, se debe a la menor recaudación que tendrá a partir de enero el fisco por la rebaja tributaria y de las retenciones y de la tarifa a pagar en el momento de hacer la declaración.El Gobierno se reserva para las próximas semanas la publicación de la nueva tarifa del impuesto, que quedará reducida a ocho tramos frente a los 10 actuales.

Con todo, el proyecto de Presupuestos que ayer entró en el Congreso adelanta lo que han venido diciendo en los últimos tiempos los responsables de Hacienda: que el nuevo IRPF "llevará a que las rentas más altas contribuyan más a la recaudación de lo que lo hacen con la regulación actual, mientras que las rentas modestas reducirán su participación en el impuesto". La oposición no está de acuerdo, y ha destacado que con el proyecto del Gobierno las rentas más altas pagarán menos.

Más actividad económica

El Ejecutivo afirma en el proyecto que la bajada de los ingresos por IRPF es posible porque se producirá en un momento en el que "la economía parece encontrarse en un momento oportuno , porque las cuentas públicas ya están razonablemente saneadas tras la reducción del déficit a un tercio de lo que era hace dos años".El Ejecutivo defiende la teoría de que la bajada de la presión fiscal del IRPF desestimula el fraude y producirá una afloración de rentas que hará crecer la actividad económica. La previsión es que la reforma "supondrá en términos de crecimiento unas cinco décimas de producto interior bruto (PIB)". Esta previsión representa que, sobre un PIB previsto de 83 billones de pesetas para el año que viene, la rebaja del IRPF que quiere sacar adelante el Gobierno generaría una actividad económica en forma de consumo e inversión de unos 436.000 millones.

Junto a la rebaja de la presión fiscal, la principal reforma del impuesto consiste en crear un mínimo exento de tributar entre 550.000 y 1.150.000 pesetas. El mínimo, que recogerá los gastos necesarios para la supervivencia de una familia, será de medio millón de pesetas para quienes ingresen menos de 1.350.000 pesetas al año.

La aplicación de los mínimos exentos de tributar permitirá, según Hacienda, reducir el número de declaraciones y ahorrar a la Agencia Tributaria Estatal 34.000 millones de pesetas en gastos de gestión.

Además, el Gobierno ha tenido en cuenta que la bajada de retenciones por IRPF a partir del próximo mes de enero permitirá aumentar el ahorro y los ingresos por retenciones del capital. Por otra parte, el Ejecutivo estima que puede producirse un mayor consumo familiar que hará aumentar los ingresos por IVA un 9,6%.