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González dice que Milosevic sólo cederá ante amenazas claras

Xavier Vidal-Folch

El líder yugoslavo, Slobodan Milosevic, sólo cederá en su agresiva política en la región de Kosovo, de mayoría albanesa, si se adopta una estrategia común, sin fisuras, y se lanza una amenaza creíble de que la comunidad internacional utilizará la fuerza. Esta es la principal conclusión del análisis que el representante de la Unión Europea (UE) y de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) para la antigua Yugoslavia, Felipe González, realizó ayer, a puerta cerrada, ante la Comisión de Exteriores del Europarlamento.González advirtió que en los últimos meses se ha cometido el error de rebajar la presión -se ha reducido a meros gestos-, algo que debe evitarse porque Milosevic lo detecta al instante. El presidente yugoslavo se ha aprovechado de los vaivenes de la comunidad internacional.

Al principio, EEUU propugnaba la máxima dureza contra él, mientras la UE sostenía posturas más blandas, luego fue al revés; mientras, Rusia se mantenía más o menos fuera de juego, porque nunca ha querido reconocer que las acciones militares de Belgrado en Kosovo eran una operación de limpieza étnica. De esta manera, ha tomado ventaja sobre el terreno y, aunque se muestra dispuesto a realizar concesiones menores, se atrincherará en la defensa de los elementos de poder recuperados en la región.

González considera que la solidez de las posturas del Consejo de Seguridad depende más en estos momentos de las potencias europeas en él representadas que de EEUU y Rusia. Esta última, según sus contactos, está ahora más dispuesta a presionar fuertemente para obtener una solución al problema de Kosovo que cuando estalló el conflicto en la primavera pasada.

Para González, explicaron los parlamentarios, lo sustancial es mantener la dureza de fondo e importa menos la forma, por ello reiteró su disponibilidad para llevar a cabo la misión encargada por la comunidad internacional.

Fin de la guerra

Por otra parte, el primer ministro serbio, Mirko Marjanovic, proclamó ayer en el Parlamento que "la paz reina en Kosovo. Todas las actividades terroristas han concluido", informa la agencia Efe desde Pristina. Poco después prometió que las tropas especiales de la policía comenzarán a abandonar la provincia de mayoría albanesa. La realidad, sobre el terreno, es otra muy diferente: las fuerzas serbias atacaron ayer varios pueblos situados en el área del monte Jezero, al sur de Pristina, un enclave de la guerrilla independentista. Hay decenas de muertos y detenidos.Fuentes albanesas no dan crédito al anuncio serbio. Enver Maloku, jefe del Centro de Información Kosovar en Pristina, ha sido más claro: "Sería un error creer las palabras del primer ministro serbio. Siempre que realizan una declaración en este sentido hay una operación en marcha en la que mueren decenas de albaneses".

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