El PSOE lanza un plan alternativo para financiar la escuela pública en Madrid

El plan para la financiación adicional de la educación no universitaria en Madrid que el Gobierno regional negoció con los sindicatos es, en líneas generales, "bastante bueno". Sin embargo, puede aún mejorarse en algunos aspectos, y el reto de asumir las competencias educativas es lo suficientemente relevante como para que ese esfuerzo merezca la pena. Este diagnóstico proviene del portavoz del PSOE en la Asamblea y ex consejero de Educación y Cultura, Jaime Lissavetzky, que ha decidido elaborar una propuesta alternativa para financiar la escuela en la región de Madrid.Si las cuentas que baraja el Partido Popular hablan de 118.000 millones de pesetas para los próximos cinco años, el líder socialista eleva la previsión hasta los 125.000 millones de pesetas. "Y no se trata de establecer ninguna guerra de cifras, sino de contribuir a un proyecto fundamental para la Comunidad", recalca Lissavetzky.

La alternativa Lissavetzky (elaborada por un equipo de trabajo en el que figuran altos cargos educativos de la etapa socialista) presenta bastantes semejanzas con las cifras que la Consejería de Educación barajó en sus encuentros con los sindicatos CCOO y UGT, pero aporta alguna novedad interesante.

La novedad más llamativa, tal vez, es la referida a la homologación salarial del profesorado con el de otras comunidades.

Formación Profesional

El Partido Popular prevé una subida de 23.000 pesetas mensuales para los maestros, pero el líder socialista entiende que esa mejora retributiva debía ser gradual, en función de la antigüedad del trabajador. Su idea es que el incremento ascienda a 15.000 pesetas por cada siete años de servicio, de modo que un maestro con 18 años de experiencia, por ejemplo, percibiría 45.000 pesetas más.Esta fórmula resulta un tanto más cara que la propugnada por el Partido Popular: 16.700 millones de pesetas frente a 11.000 millones. A cambio, los programas para la formación del profesorado se reducirían de 10.000 a 7.000 millones.

Otro aspecto diferencial en la planificación socialista figura bajo el epígrafe de Plan de reforma de la Formación Profesional, que merecería una dotación presupuestaria de 8.000 millones (2.200 en profesorado, 2.400 para alumnos, 2.200 en equipamiento, 1.200 para becas de residencia y 200 de mantenimiento).

El secretario general del PSOE en Madrid cree que la Formación Profesional queda "un tanto olvidada" en el diseño de los populares, que no incluyen ningún epígrafe específico para esta enseñanza.

Jaime Lissavetzky también apuesta por abrir los colegios por la tarde (una posibilidad que no recogía el PP y que costaría unos 7.000 millones de pesetas) y por establecer un programa de evaluación de los centros (2.000 millones de pesetas) que permitiera, cada cuatro años, conocer en qué puntos se resiente la calidad de la enseñanza.

Como contrapartida, el PSOE propone reducir la oferta de educación de adultos, enseñanzas artísticas e idiomas de 10.000 millones a 4.000 millones de pesetas.