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ELECCIONES EN ALEMANIA

Miedo a una 'república islámica alemana'

La política contra el voto de los extranjeros es rentable en las urnas

La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermano de los democristianos del canciller federal alemán, Helmut Kohl (CDU), ha sacado estos días a relucir un nuevo argumento contra la concesión de la doble nacionalidad y el derecho a voto a los extranjeros residentes en Alemania: el riesgo de que el país degenere en una república islámica alemana.Hasta el último minuto antes de las elecciones del domingo, ayer mismo, en la reunión en Bonn de la segunda Cámara, el Consejo Federal (Bundesrat), el Estado de Baviera presentó varios proyectos para endurecer la legislación sobre extranjeros.

Los proyectos de ley se remitieron a las comisiones correspondientes del Bundesrat, sin aprobarse, pero la CSU dejó patente de forma palpable su voluntad de dureza con el problema de los extranjeros residentes en Alemania.

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Los socialcristianos bávaros (CSU) saben que la xenofobia se vende bien al electorado, y con esos argumentos se pueden arañar votos a la ultraderecha. En las elecciones del Estado de Baviera, hace dos semanas, la CSU consiguió un excelente 52,9%, mientras que los socialdemócratas (SPD) caían a un 28,7%.

En las filas del SPD se atribuye al llamado caso Mehmet una parte de la culpa del mal resultado. El Gobierno bávaro ordenó la deportación de los padres y un chico turco, que había cometido una larga serie de delitos, con el argumento de que la familia responde por la conducta criminal de un menor.

La decisión del Gobierno bávaro provocó protestas y al final un tribunal impidió la expulsión de Mehmet y sus padres.

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El SPD de Baviera cree que su apoyo a la familia de Mehmet les costó muchos votos. El ministro del Interior de Baviera, Günther Beckstein (CSU), confirma esta interpretación del SPD. En una entrevista con el dominical del Frankfurter Allgemeine, Beckstein atribuye el éxito en la elección de Baviera, en primer lugar, al presidente de Gobierno Edmund Stoiber (CSU), y "en segundo lugar, a nuestra política de seguridad y de extranjeros. Aquí, la CSU tomó partido de forma clara. La protección contra la criminalidad no es un tema marginal de la derecha, sino un asunto importante, sobre todo en las grandes ciudades".

En las páginas del órgano oficioso de la CSU, el semanario Bayern-Kurier, se alimentan con frecuencia los sentimientos xenófobos. El pasado 3 de agosto, el mismo ministro Beckstein publicó un artículo, titulado La guerra importada, sobre la criminalidad de los extranjeros en Alemania.

A finales de agosto, otro artículo condenaba "la injerencia turca" del jefe de Gobierno de Turquía, Mesut Yilmaz, que recomendó a los 200.000 turcos con derecho a voto en Alemania no olvidar la postura de Kohl en contra del ingreso de Turquía en la Unión Europea.

En estas vísperas electorales, el grupo parlamentario de la CSU en el Bundestag elaboró un estudio que llega a la conclusión de que los planes de facilitar la adquisición de la nacionalidad alemana y el consiguiente derecho a voto a los extranjeros, tras cinco años de residencia, que proponen Los Verdes, y los ocho años, según el SPD, modificarían la correlación de fuerzas políticas en Alemania.

Se basa la CSU en una encuesta con una muestra de 1.060 personas, entre 160.000 turcos nacionalizados y con derecho a voto. Según este sondeo, un 70,4% de esos nuevos alemanes votarían al SPD; 16,9%, a Los Verdes, y sólo 7,6%, a los democristianos (CDU / CSU).

Calculan los responsables de la planificación política de la CSU que en las próximas elecciones federales, del año 2002, habrá en Alemania una cantidad mínima de 5,5 millones de extranjeros de países de fuera de la Unión Europea que podrían votar si se modifica la actual legislación sobre nacionalidad.

La CSU acusa al SPD y a Los Verdes de tratar de buscarse un potencial electoral para varios años, que aseguraría una mayoría rojiverde (SPD-Los Verdes).

Esto, según la CSU, podría conducir a corto o medio plazo a la creación de "una república islámica de Alemania".

El ministro Beckstein deja claro que la dirección de la CSU no tolerará de ninguna manera que se introduzca la doble nacionalidad si en las elecciones del domingo se consigue un resultado que permita la continuidad de la actual coalición de gobierno entre democristianos (CDU / CSU) y liberales (FDP).

Advierte Beckstein contra planes del FDP, que actualmente se inclina por la doble nacionalidad y deja claro su posición: "La CSU no apoyará una coalición de gobierno que lleve a que los cientos de miles de extranjeros que llevan aquí, por ejemplo, cinco años de residencia puedan conseguir por esa razón la nacionalidad alemana, además de la suya. Esto no lo aceptará la CSU nunca".

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