Un tribunal francés anula un acuerdo que reducía la semana laboral a 32 horas
El Tribunal de Apelación de París ha invalidado el acuerdo adoptado en Electricité de France y en Gaz de France (compañías públicas de electricidad y gas, respectivamente) para favorecer la implantación de la semana laboral de 32 horas con una rebaja salarial, a cambio de la cual las empresas se comprometían a crear nuevos puestos de trabajo.El sindicato filocomunista CGT y el radical Force Ouvrière (FO) fueron los que recurrieron ante los tribunales el acuerdo, aceptado ya por 19.000 trabajadores, y que ha dado lugar a la contratación de 5.100 personas, en condiciones que la justicia considera irregulares.
Dos sindicatos minoritarios -el socialdemócrata CFDT y el cristiano CFTC- firmaron en enero de 1997 un nuevo convenio que aceptaba una media semanal de 32 horas de trabajo en vez de las 38 hasta entonces vigentes tanto en Electricité de France (EDF) como en Gaz de France (GDF).
La sentencia judicial estima que el acuerdo "es contrario al estatuto de los trabajadores de EDF-GDF", adoptado en 1946. La CGT y FO criticaban lo que consideraban "una confiscación de parte del salario y que los nuevos contratos se hicieran "amputando autoritariamente el tiempo de trabajo y la remuneración". En opinión de la CFDT, las dos centrales críticas "han demostrado una vez más que son mejores en la destrucción que en la construcción".
Para las dos empresas públicas, que emplean a un total de 142.000 personas, la sentencia obliga a "suspender provisionalmente todo nuevo contrato, todo nuevo paso a la semana de 32 horas, toda nueva jubilación anticipada".
La dirección se pregunta además si "los 19.000 trabajadores deben ahora renunciar a la organización de vida y trabajo que eligieron" y si debe "despedir a los 5.100 jóvenes recién contratados".
Otras empresas con convenios o acuerdos laborales similares, como Correos, SNCF (ferrocarriles), RATP (metro y autobuses) o France Télécom, quedan también a la espera de si esta sentencia también les atañe.
El Gobierno francés aprobó recientemente la reducción de la semana laboral a 35 horas y abrió un intenso debate en toda Europa sobre la conveniencia de adoptar medidas que favorezcan la reducción del tiempo de trabajo y su impacto en la creación de empleo.
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