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Romay Beccaría lamenta que Andalucía rompa la unidad del Sistema de Salud

El ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, insinuó ayer, en la inauguración del III Congreso Europeo de Neurología que se celebra en Sevilla, la posibilidad de que se produzca una quiebra en el Sistema Nacional de Salud después de que tres comunidades autónomas, Andalucía, Navarra y País Valenciano hayan cuestionado el Decreto de Financiación Selectiva de Medicamentos, más conocido como el medicamentazo. Romay Beccaría afirmó que "lamentaba que algunas comunidades autónomas, en un mal entendimiento de lo que es la política, se hubiesen separado del consenso nacional al que se había llegado". Y acusó a la Junta de poner en práctica medidas para financiar medicamentos contrarias a las que en su día había solicitado en el Parlamento Andaluz "el mismo consejero de Salud". También aseguró que los servicios jurídicos del Ministerio de Sanidad seguían trabajando para interponer recurso sobre el Decreto aprobado por la Junta para financiar los medicamentos excluidos. Plan contra el alzheimer Sobre los problemas sanitarios que se avecinan en España con el progresivo envejecimiento de la población, Romay Beccaría aseguró que los ministerios de Sanidad y Trabajo estaban ultimando un plan nacional para potenciar los servicios sociales, con el fin de ayudar a las familias que tuviesen a su cargo un enfermo de alzheimer. Precisamente, los 4.000 neurólogos que se han dado cita en Sevilla debaten estos días sobre los orígenes -aún muy confu-sos- de esta enfermedad, cuyo síntoma más visible es la pérdida progresiva de memoria. En España se calcula que hay 300.000 enfermos de alzheimer, de los que 70.000 residen en Andalucía. No existen medidas preventivas contra el alzheimer, pero sí factores protectores como los fármacos antiinflamatorios, los estrógenos, o los antioxidantes.Y en cuanto a los factores de riesgo detectados, cabría señalar, según el presidente de la Sociedad Española de Neurología, Félix Bermejo, "el bajo nivel cultural, poseer un cerebro pequeño, la hipertensión, los trastornos vascularas y los factores genéticos, sin duda, los más desconocidos aún". La esperanza para estos enfermos, que suponen un 5% de la población mayor de 65 años, es que muy pronto aparecerán nuevas fármacos que contribuirán a paliar los efectos de su mal.

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