Menores de 21 que repiten
En medio del fragor de la batalla social y política sobre el aborto, una madrileña de 16 años se enfrenta a esta intervención por decisión propia. "La tomé el mismo día en que supe que estaba embarazada", explica con su voz todavía muy infantil cortada por el miedo. "Es que estoy muy asustada por la operación", matiza. Su inquietud, asegura, nada tiene que ver con lo que escuchó esta semana a los obispos en contra de lo que ella va a hacer. "Lo que me parece es que tienen mucho morro cuando hablan así. Ellos no entienden".
Esta estudiante de secundaria interrumpe su embarazo con un solo argumento: "soy muy joven". Tiene el apoyo de su familia, aunque no el de su novio que la dejó al enterarse de la gestación, tras dos años de relación.
Lo que les falló fue el preservativo, dice. Como ella, una gran parte de los jóvenes apenas acude a centros de planificación. Si tienen información sexual, ésta es tan escasa que no utilizan bien los métodos anticonceptivos. El resultado es que se enfrentan a embarazos no deseados que cada vez más interrumpen voluntariamente. Las últimas cifras del Ministerio de Sanidad lo demuestran. En 1990, abortaban 4,29 menores de 19 años de cada mil, en 1996 la tasa subió a 5,09. Otro informe reciente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas reveló que entre 1987 y 1994 el embarazo juvenil descendió un 39% mientras los abortos se triplicaron.
La situación es aún más dramática. También sube el número de menores de 21 años que se ven abocadas a repetir la experiencia, según un estudio de la clínica Dator, de Madrid, donde se realiza la mayor parte de los abortos de esta comunidad (en Madrid se practica una media de 8.000 anuales en los últimos años).
Un 7, 70% de las menores que acudieron a este centro en 1995 para someterse a un aborto lo hacían por segunda o tercera vez. Dos años después, las repetidoras ya eran un 11,63%. "Cuatro puntos de subida es lo suficientemente alarmante como para asegurar que existe una falta de atención inmediata bio-psico-social después del aborto para prevenir un nuevo embarazo no deseado", subraya Victoria Virtudes, portavoz de la Dator.
Durante el pasado año, casi el 16% de abortos en esta clínica correspondieron a menores de 21 años. Tan jóvenes como niñas de 13, 14 o 15 años que suman un 2,88% de todos los abortos juveniles atendidos.
El estudio muestra que todavía un 22,54% de estas adolescentes no utiliza ningún anticonceptivo o bien el método ogino, aunque desciende el porcentaje en tres puntos sobre 1995. Del resto de los métodos el más usado es el preservativo, apreciándose un 68% de casos en que ha fallado por rotura o por que no se sabe utilizar. "Se trata de desinformación de aspectos básicos sobre sexualidad y uso correcto del preservativo", opina Virtudes. Casi un 20% de estas jóvenes que acuden a interrumpir su embarazo refieren su inicio sexual entre los 16 y los 17 años.
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