Perplejidad e indignación
Perplejidad e indignación es lo único que puede sentir una persona sensata ante el desagradable ejercicio de intolerancia que nos ofreció el señor Yanes en la plaza del Pilar con su homilía Licencia para matar a los hijos.¿No piensa el señor Yanes que con sus afiladas e hirientes palabras puede estar añadiendo un sufrimiento a muchas mujeres y jóvenes que se encuentran ya en una situación insostenible? Afortunadamente, no todos los cristianos tienen la rancia mentalidad que usted rezuma.
Acusa al Estado de dar cobertura legal a las madres para asesinar. Pues bien, si tiene una mínima coherencia, renuncie al dinero público que la Iglesia recibe y pida que se destine a todas aquellas familias humildes que tienen que recurrir al aborto ante la imposibilidad económica de mantener a un nuevo miembro. Quizá este gesto redujese más la práctica abortista que sus frases demagógicas e insultantes.
Por último, una frase suya: "Legislar en el plano de la moral es atentar contra los derechos humanos". ¿Acaso no es lo que está haciendo aunque sea desde otra instancia?- .
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