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El Gobierno "no descarta" reformar la propiedad de las cadenas privadas a través de la ley de Presupuestos

El Gobierno se plantea usar la ley de acompañamiento de los Presupuestos de 1999 como coche-escoba para cambiar las normas que afectan a la propiedad de las televisiones privadas y permitir su cotización en bolsa.Mariano Rajoy, ministro de Administraciones Públicas, admitió ayer que el Ejecutivo "no descarta" introducir esa autorización en la ley de acompañamiento del Presupuesto. "Es posible que en el texto que se presente dentro de 15 días en el Congreso de los Diputados vaya una norma en ese sentido", explicó Rajoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

No es la primera vez que una ley de acompañamiento se utiliza para tramitar asuntos que el Gobierno no resuelve a lo largo del año, o para los cuales prefiere ahorrarse un debate parlamentario específico. El truco, ya usado por los Gabinetes anteriores, también resulta muy socorrido para el equipo de José María Aznar. Y ello es así pese a las sucesivas llamadas de atención del Consejo de Estado contra tal procedimiento.

Así, en un dictamen de octubre de 1996, el alto órgano consultivo ya decía que usar de este modo la ley de acompañamiento "resulta perturbador" para los afectados. Y en un dictamen mucho más reciente, en este caso sobre el decreto de implantación de la televisión digital terrestre, el Consejo de Estado acumulaba muchas más dudas al respecto. El decreto no ha visto aún la luz, tras haber provocado la oposición unánime de la totalidad de las televisiones españolas, públicas y privadas. Pero la percha de la que se colgó tan rechazado proyecto consistió, precisamente, en un par de párrafos en la ley de acompañamiento del Presupuesto del año pasado.

A la bolsa

De lo que dijo ayer el ministro Rajoy se deduce que el Gobierno sopesa utilizar de nuevo la misma técnica, en este caso para reformar la legislación que afecta a la televisión privada. Para que una cadena privada cotice en bolsa, no queda otro remedio que cambiar las duras condiciones fijadas en 1988 a los dueños de dichas empresas, a través de la ley vigente de televisión privada. Legalmente, un mismo accionista no puede poseer más del 25% de una cadena, ni participar en varias televisiones a la vez. Se han señalado innumerables vulneraciones de los topes accionariales por los propietarios de cadenas generalistas, en distintas épocas; pero la ley es la que es.A diferencia del mentado decreto de televisión digital terrestre, la salida a bolsa de las televisiones no va a suscitar tantos recelos por parte de los afectados. Flexibilizar los topes accionariales y permitir la salida a bolsa son cuestiones en las que, en principio, hay receptividad entre las televisiones privadas.

Y de paso, el Gobierno crearía las condiciones legales suficientes para que Telefónica pudiera dar satisfacción a los bancos que le acompañaron en la operación de entrada en Antena 3 Televisión.

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