El Gobierno planea acercar a los presos de ETA al País Vasco

El acercamiento de los presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco es la primera medida que planea el Gobierno para favorecer el clima de distensión abierto por la tregua indefinida e incondicional de la organización terrorista. El propósito del Ejecutivo que preside José María Aznar es esperar a que pasen las elecciones vascas del 25 de octubre para comprobar la efectividad del alto el fuego y despejar los recelos sobre su posible carácter coyuntural y electoralista.

No obstante, se baraja la posibilidad de que antes de esa fecha puedan adoptarse algunas medidas individuales, reactivando así el mecanismo que permitió acercar a 60 reclusos entre junio de 1996 y abril de este año, interrumpido por la brutal campaña de ETA contra los concejales del PP en el País Vasco.Aunque fuentes de la lucha antiterrorista consideran difícilmente reversible el abandono de la violencia, la política penitenciaria es la gran baza del Gobierno ante la nueva etapa. El hecho de que ETA no incluyera su tradicional reivindicación en el comunicado en el que anunció la tregua le deja un amplio margen de maniobra.

Sin necesidad de forzar la ley ni aplicar medidas excepcionales, como pueden ser los indultos, el Gobierno dispone de una batería de medidas para aliviar la situación de los 535 presos de la organización terrorista. La primera es acercar a cárceles de Euskadi o comunidades limítrofes, reclamado por la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Se trata de reiniciar un goteo que ya se venía produciendo incluso en plena ofensiva terrorista. Las fuentes consultadas estiman que la política de dispersión, dirigida a intentar romper el férreo control de ETA sobre sus presos, pierde todo su sentido si es la propia banda la que renuncia a la violencia.

El acercamiento no es, sin embargo, la única opción que permite la política penitenciaria. Más de 80 presos de ETA han cumplido ya las tres cuartas partes de su condena, por lo que podrían obtener la libertad condicional.

Muchos de los restantes, con la excepción de los preventivos, podrían acceder al tercer grado y al régimen abierto, por lo que sólo acudirían a la cárcel a pernoctar. Se trata de un proceso gradual, cuya puesta en práctica dependerá del desarrollo de la situación en los próximos meses.

Interlocutores

No es el Gobierno el único atento a la evolución del colectivo carcelario. La organización Senideak, próxima a HB, que agrupa a familiares de reclusos, ha solicitado ya entrevistarse con los seis presos que ETA designó como interlocutores durante el secuestro de José Antonio Ortega Lara. Según Servimedia, se está preparando un comunicado de los presos etarras para manifestar su adhesión a la tregua.Las Fuerzas de Seguridad tienen instrucciones de seguir trabajando en la lucha contra el terrorismo, por lo que no se descartan nuevas detenciones. Fuentes de Interior admiten, sin embargo, que durante esta fase no sería oportuno emprender operaciones de acoso que pudieran servir de pretexto para reiniciar los atentados.

Los expertos de la lucha antiterrorista están cada vez más convencidos del carácter casi irreversible del alto el fuego y no sólo por la voluntad de ETA, sino por su propia debilidad y, sobre todo, por la marea social en favor de la paz que ha generado la tregua, lo que hará muy difícil de justificar su ruptura.