La patronal tilda de "operación de imagen" de la Junta la propuesta de la jornada de 35 horas
La patronal considera que el plan de la Junta de incentivar la creación de empleo con la reducción de la jornada semanal a 35 horas es una mera "operación de imagen". Éste es uno de los argumentos esgrimidos por los empresarios andaluces, que han rechazado frontalmente recortar los horarios a los trabajadores y que ayer desvelaron su intención de minar el decreto que recogerá la medida a través de su impugnación. Además, la Confederación de Empresarios de Andalucía emprenderá una campaña para que las empresas no acepten los incentivos económicos de la Junta para rebajar la jornada.
La Junta, por su parte, no renunciará a su pretensión de incentivar la aplicación voluntaria y negociada de la jornada semanal de 35 horas, "con o sin consentimiento" de los agentes económicos. Así lo advirtió el titular de Trabajo e Industria, Guillermo Gutiérrez, tras conocer oficialmente la negativa de los empresarios a respaldar sus planes en materia laboral. A la patronal le bastó el encuentro de una hora de duración mantenido ayer con Gutiérrez para conocer el contenido y la intención del borrador del decreto. Ante la ausencia -no comunicada a Gutiérrez- del presidente de la Confederación de Empresarios Andaluces (CEA), Rafael Álvarez Colunga, fue el secretario general de esta organización, Santiago Herrero, el encargado de reiterar la negativa de los empresarios a aceptar el recorte de la jornada laboral por considerar que su aplicación "no conduce" a la generación de empleo. No, pero negociará Sin embargo, la CEA mantendrá sus relaciones con la Junta de Andalucía, para "no renunciar" a una "dilatada" trayectoria de concertación social con el Ejecutivo autónomo y los sindicatos mayoritarios, por lo que se incorporaran con condicionantes al proceso negociador. La patronal marcará las pautas y centrará la negociación en los contenidos del decreto que considera "asumibles", como es la reorganización del tiempo de trabajo pero, obviando el apartado de la reducción de jornada laboral. Gutiérrez tiene dos meses para intentar lograr el consenso sobre el decreto. Si fracasa en dicha misión y la Junta da luz verde a las ayudas de hasta 600.000 pesetas por la generación de puestos de trabajo a través de la jornada de 35 horas, los empresarios emprenderán su batalla legal. El decreto será impugnado por la incapacidad jurídica de la Junta para aplicar este tipo de medidas, correspondiente únicamente al Gobierno central, según los criterios aducidos por los posibles demandantes. El segundo motivo sería la "discriminación" que, al entender de Herrero, sufrirían los empresarios, ya que se "primaría" en los concursos públicos a aquellas empresas que hubiesen aplicado a dos tercios de su personal la semana de 35 horas. El segundo frente que abrirá la CEA será la puesta en marcha de una campaña entre el colectivo empresarial, para informar de los "inconvenientes" del decreto. Según la CEA, una tarea fácil, ya que las subvenciones económicas para incentivar las contrataciones "no tienen éxito", porque los empresarios amplían sus plantillas "por necesidad y no por interés". Pese a la posición de los empresarios, Guillermo Gutiérrez mostró su "satisfacción" por la disponibilidad de la CEA para negociar parcialmente el decreto. Gutiérrez consideró la resistencia de la patronal andaluza como la consecuencia de la "política" marcada desde la CEOE, cuyo máximo dirigente, José María Cuevas, acusó el martes al presidente de la Junta de "entrometerse" en asuntos laborales ajenos a sus competencias. El titular andaluz de Trabajo confió en que los empresarios finalmente apuesten por "su autonomía".
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