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JUAN CARLOS ROMEROGUITARRISTA

Bailaora, pintora, flamenca y americana

Margot Molina

Su vida está poblada de tantos nombres famosos, tantos focos y tantos teatros de todo el mundo que ella, Luisa Triana, intenta simplificarla separándola en tres fases. Ahora Luisa García Garrido (Sevilla, 1933), bailaora, bailarina, actriz y pintora, está disfrutando de la tercera desde que, en 1990, decidió cambiar Estados Unidos por su Triana y dedicarse sólo a la pintura. Atrás quedan las luces de Hollywood, su infancia entre La Argentinita, Pilar López, Carmen Amaya y Antonio de Triana, su padre. Así como la Columbia Pictures, Luis Buñuel y su puesto como titular de la primera cátedra de baile de Estados Unidos, en la Universidad de Nevada. Luisa Triana, así la conocen en el mundo del flamenco, se ha instalado en su tercera fase y está totalmente dedicada a la pintura. La artista inauguró el pasado martes Pinturerías, una muestra con óleos y dibujos en los que los protagonistas son cantaores y bailaores. La exposición, que estará abierta en la Fundación Cristina Heeren de Sevilla hasta el 9 de octubre, es una de las actividades paralelas que organiza la Bienal de Arte Flamenco. La muestra reúne una veintena de obras, muchas de ellas retratos de artistas como Camarón, Pepa Montes, Milagros Mengíbar o Manuela Carrasco. "Aquí hay muchos estilos distintos porque estoy buscando una técnica que me permita plasmar el movimiento", dice Luisa Triana que se vio obligada a abandonar el baile por un problema en la rodilla. La artista, que le gusta pintar con modelos, es una experta en sacarle partido a una pose o un gesto flamenco, no en vano el baile ha sido su profesión desde que, a los siete años, su padre la sacó a escena por primera vez. "Mi padre se marchó en España en 1938 y ya nunca volvió. Yo me crié entre bambalinas, viendo cómo triunfaban mi padre y Carmen Amaya. Mi madrina de baile fue Argentinita que me presentó en Buenos Aires", cuenta Luisa Triana. La bailaora-pintora guarda, a pesar del tiempo, esa chispa en la mirada que tienen algunos artistas, ese brillo que dicen que da el amor a los escenarios. "Viví en América desde los cinco años pero de vez en cuando volvía a España para renovarme, porque el arte lo da la tierra", apunta. Luisa Triana, creó su propia compañía de baile con 20 años, y desde entonces ha sido una de las personas que más a contribuido a difundir el flamenco en Estados Unidos. "Para el público que llena el teatro, el flamenco es una cosa exótica. Les gusta pero no tienen conocimientos", añade esta mujer con gran conocimiento de causa.

"El flamenco está por encima de las modas"

Juan Carlos Romero (Huelva, 1964) ha abandonado ya el nido de su maestro Manolo Sanlúcar y, desde que hace un año salió su disco Azulejo, es todo un concertista pero, eso sí, siempre de flamenco. El guitarrista y compositor tiene una idea fija: "volar", "avanzar", pero sin olvidar las raíces, el legado del flamenco y quiere demostrarlo con Abanaó, el primer espectáculo que llevará su firma en la Bienal de Flamenco y que se estrenará hoy en el teatro Lope de Vega. Pregunta. ¿Cómo se consigue eso de avanzar y, al mismo tiempo, respetar la tradición en el flamenco? Respuesta. He compuesto seis temas que no son tradicionales pero yo trato de que entronquen con la tradición teniendo como referencia el arte de nuestros mayores. P. ¿Qué significa Abanaó? R. Es la palma de enea que se usaba para avivar el fuego de las copas de carbón cuando yo era pequeño. P. ¿Es entonces su intento por avivar el flamenco? R. No, elegí esa palabra porque me gustaba, no soy tan pretencioso. P. ¿Por qué hace tanto hincapié en que su espectáculo no tiene argumento? R. Porque el flamenco no necesita excusa para subir al escenario. No le hace falta un soporte dramático, sino que se baile bien, se cante bien y se toque bien. Eso no se queda antiguo nunca. El flamenco está por encima de las modas. P. ¿Espera que su debú en la Bienal marque un punto importante en su carrera? R. Los artistas tenemos un punto infantil, nos ilusionamos demasiado y, en esta ocasión, trato de que no ocurra así, aunque el espectáculo está pensado para que dure un montón.

Desembarco del arte catalán

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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