"Madrid necesita placitas que den un respiro a la ciudad"

Alfonso Cano se ha detenido a escuchar el rebote del tiempo ante unos planos que el arquitecto italiano Sachetti dejó listos en 1739 para construir un jardín junto al castillo de Villaviciosa de Odón (17.000 habitantes). Dos siglos y medio después, este madrileño de 38 años, junto a sus hermanos -arquitectos todos- ha recuperado la idea esencial de su histórico colega y se ha volcado en traducir el lenguaje clásico del jardín, adaptándolo al solar y a los materiales actuales. Lo de construir un vergel con trazos renacentistas y barrocos, a las puertas del siglo XXI, es una experiencia atípica para Alfonso Cano, siempre familiarizado con las construcciones contemporáneas; no en vano ha seguido los pasos de su padre, el académico de Bellas Artes de San Fernando Julio Cano Laso, cuya trayectoria profesional arrancó en los años cincuenta ligada al movimiento moderno en arquitectura. El reto está ahora en escuchar el eco de la historia e interpretarlo con las técnicas más novedosas.Pregunta. Describa el jardín histórico que está construyendo.

Respuesta. Tiene trazados geométricos, setos recortados, mármol, fuentes y caminos estrechos al más puro estilo renacentista-barroco. Está entre las dos épocas y el lenguaje clásico está bien adaptado, con parterres delimitados, arbustos de boj y pocas farolas para que los elementos arquitectónicos queden difuminados entre la vegetación, que es lo más importante.

P. ¿Este tipo de jardines dan un tono añejo a la ciudad?

R. Aunque puedan evocar tiempos de peluca y chaquetón de terciopelo, hay que verlos desde otro punto de vista. Será muy íntimo, sólo se va a escuchar el rumor del agua de las fuentes y está pensado para los madrileños que gustan del paseo y de la lectura tranquila. Para los niños ya está el parque de los patos.

P. ¿Madrid necesita jardines así?

R. Necesita unas placitas verdes como tiene Nueva York. En Central Park hay un gran corazón verde, pero luego se reparten por la ciudad pequeños recintos ajardinados que crean burbujas de frescor entre los edificios. Madrid necesita esas placitas que den un respiro verde a la ciudad, al casco urbano.

P. ¿Es más caro un jardín histórico que un parque convencional?

R. No tiene porqué serlo si se emplean bien los materiales y elementos que lo integran. Depende más de la superficie de la que se dispone. Por ejemplo, ahora Boadilla del Monte tiene la oportunidad única de recuperar un jardín histórico que existía junto a su palacio, y del que hoy sólo quedan las plataformas. El edificio se ha vendido a la Administración pública y sería oportuno investigar cómo fueron los jardines en su día.