PNV, CiU y BNG reclaman el pacto fiscal para Cataluña y Galicia
La cumbre nacionalista de PNV, CiU y BNG anuncia, como vaticinó el lehendakari, José Antonio Ardanza, "un nuevo tiempo político; porque se optó por el café para todos y por hacer unos trajes que, a los aquí reunidos, nos han quedado pequeños". Por eso, los partidos que suscribieron el pasado mes de julio la Declaración de Barcelona se han puesto de acuerdo en pedir un pacto fiscal para Cataluña y Galicia. Ambas comunidades, dicen los reunidos en Vitoria, pueden ya equipararse en soberanía al País Vasco.
"Cuando hayan pasado las elecciones autonómicas vascas y catalanas, habrá que abrir el melón sin miedo y sin complejos", aseguró el presidente vasco. Con el melón sin abrir, los cuatro partidos de las tres nacionalidades históricas de España ya creen que está suficientemente maduro. Eso por menos se desprende del acuerdo de los representantes de Convergència, Unió, Partido Nacionalista Vasco y Bloque Nacionalista Galego de pedir para Cataluña y Galicia el pacto fiscal. Y todos ellos coinciden, si no en reformar la Constitución si en "releerla" o, en palabras del líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, "conectar el proyecto político y el proyecto fiscal" .La petición de pacto fiscal, cuyos términos concretos serán precisados hoy, ya figura en el programa de CiU para las próximas elecciones generales. Para el año 2001, la coalición que encabeza Jordi Pujol prevé pedir la gestión de la totalidad de los impuestos directos e indirectos. El actual modelo de financiación ya esta agotado, a juicio de los nacionalistas catalanes, y por ello piden un régimen similar al vasco, aunque, aseguran, manteniendo la solidaridad interterritorial.
La reivindicación ha recibido ahora en Vitoria el importante,anticipado e inesperado espaldarazo del PNV, un partido que siempre ha visto con recelo las peticiones de mayores competencias hechas por sus homólogos catalanes. ¿Por qué el PNV apoya lo que en otras ocasiones ha criticado? Las elecciones vascas están cerca y el hecho de que la segunda reunión de los firmantes de la Declaración de Barcelona se haya hecho en Vitoria y Bilbao, con la presencia de su candidato a lehendakari, Juan José Ibarretxe, podría aportar alguna luz a ese apoyo, aseguran algunas fuentes que participan en la cumbre nacionalista.
En su día el PNV, recuerdan las mismas fuentes, ha criticado que CiU pidiera, al igual que el País Vasco, competencia sobre los impuestos especiales: tabaco, alcohol y gasolina. Los diputados del PNV, por otra parte, se ausentaron del hemiciclo del Congreso cuando debía votarse si se hacía público el resultado de las aportaciones autonómicas a la balanza fiscal española, un asunto en el que CiU ha demostrado mucho interés, puesto que es deficitaria para Cataluña. Estos desequilibrios entre dos comunidades gobernadas por nacionalistas hicieron que el propio presidente de la Generalitat catalana sugiriera que el terrorismo no ha sido ajeno a que el País Vasco consiguiera el techo competencial de que dispone, declaraciones que luego él mismo ha matizado.
Ahora, desde Convergència se hace, no obstante, una lectura más optimista. El secretario general de Convergència Democràtica, Pere Esteve, subrayó que el trabajo que realizan las fuerzas nacionalistas vascas, gallegas y catalanas es fruto "de una nueva cultura política que está marcando estilo". "Los que estamos poniendo modernidad y sentido del progreso somos los nacionalistas y los que están en posición de lucha encarnizada y ponen pegas a la estabilidad son los partidos estatales, al dar una imagen más negativa", agregó el secretario general de CDC.
Desde CiU se asegura que las fuerzas nacionalistas de País Vasco, Cataluña y Galicia están elaborando documentos de reflexión, mientras que partidos como el PSOE o Partido Popular se limitan únicamente a criticar estas iniciativas.
De momento, los firmantes de la Declaración de Barcelona trabajan en cuatro frentes: coordinación en el Congreso y en el Senado; Europa como nuevo marco; lengua, cultura y deporte y financiación.
En la comisión que estudia la financiación figura el consejero catalán de Economía, Artur Mas, como una prueba, aseguran en CiU, del interés que se toma la coalición en sus relaciones con sus homólogos nacionalistas vascos y gallegos.
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