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En la senda de un botánico

Ferran Bono

El fotógrafo valenciano Francesc Jarque se metió por encargo en la piel de Antonio José Cavanilles Palop. 200 años después, Jarque ha recorrido las poblaciones valencianas que el conocido botánico describió en su famosa Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia. Su cometido formaba parte de un ambicioso proyecto que ha calado muy bien en la sociedad valenciana: la reedición en cuatro volúmenes de esta obra, con la inclusión de textos en que diversos expertos aportan información actual sobre lo descrito por Cavanilles, y una profusa ilustración de imágenes fotográficas realizadas en color. Los cuatro volúmenes, que salieron a la venta a un precio de 1.000 pesetas cada uno, se agotaron rápidamente, por lo que la entidad pensó en una edición en CD-Rom. Además y dado el interés despertado, ayer se inauguró en la sede de la Fundación Bancaixa en Valencia la exposición Jarque, un fotógrafo por el itinerario de Cavanilles. En ella se recogen imágenes de hoy de la ruta seguida por el geógrafo y botánico en el siglo XVIII que no están incluidas en los libros y que han llamado poderosamente la atención de Jarque. Si el observador científico se detiene en determinadas cosas, la mirada del fotógrafo repara en otras. Al margen del encargo profesional, Jarque también fijó en su retina y plasmó en negativos una realidad distinta, alimentada por un impulso más personal y artístico que artesano. Estas imágenes integran la exposición que concluirá el 4 de octubre, en la que, incluso, se puede apreciar una cierta tendencia a la abstracción en algunas fotografías, aunque siempre subyacen las huellas que marcó el botánico. Como dice el escritor Francesc Pérez Moragón en la guía de la muestra, "cuando las sensaciones vividas ya forman parte del pasado, parece como si aquellos detalles minúsculos tuvieran en la sensibilidad del espectador una presencia creciente -o la reclamaran-, como si se presentaran súbitamente en el recuerdo con una fuerza que no tenían, ni de lejos, en el momento en que, sin que les diéramos importancia, nos entraron por los ojos, casi inadvertidamente y por sorpresa". Así, Pérez Moragón detalla a continuación que la selección de Jarque puede ser vista "sin más preámbulos que el inmediato interés que despierta", o bien penetrar en el fondo y descubrir en las fotografías el hilo conductor -invisible pero realmente presente- que las recorre todas". No se trata de una serie aparte ni de una antología hecha a partir de las observaciones de Cavanilles, sino de "un cuaderno de ruta paralelo y autónomo, acaso cargado con un matiz afectivamente personal", añade el escritor Pérez Moragón. Muchas fotografías son de carácter íntimo y se detienen en pormenores y recovecos de la realidad, para mostrarla de una manera diferente y a veces chocante. Precisamente la búsqueda premeditada de los ángulos ambiguos y desconocidos de un paisaje habitual caracteriza la exposición, al igual que el gran colorido de las imágenes, que facilita la identificación del espectador.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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